(Yani Gil / Víctor Flores).- CiberCuba ha salido a las calles de la ciudad de Sweetwater, en el Condado de Miami-Dade, para saber cómo se preparan sus habitantes ante la llegada del huracán Irma, que aún se encuentra a más de 2.000 kilómetros de la Florida y que ya ha alcanzado la categoría 5, la máxima posible.
En los supermercados, los encuestados nos confirman que la escasez de agua es generalizada. "No encuentro por ninguna parte", comenta uno de ellos, de ahí que muchos hayan optado por rellenar en casa botellas con agua hervida.
Este entrevistado cree que el agua se ha acabado en supermercados de Miami como Walmart, Publix o Sedano's porque "la gente está asustada". La experiencia de lo que ha pasado en Texas con el huracán Harvey hace apenas una semana, ha disparado las alarmas con la llegada de Irma, sobre todo entre los que ya vivieron los efectos de Andrew en 1992 o el Katrina en 2005.
Por otra parte, Alberto Capote cree que el precio de la gasolina ha subido pese a que el huracán aún no ha llegado a la Florida porque los negocios "esperan a que caiga una gotica de agua para subirlos". Él lo tiene todo preparado menos "la vida".
Pero los clientes no son los únicos que han llenado el carrito de la compra estos días. También se han tenido que preparar los establecimientos comerciales. Es el caso de La Casa de los Chicharrones de Sweetwater. "Tenemos agua, hielo, gas y estamos esperando a que entren los camiones con más agua" explican.
Respecto a un día normal, las ventas de hoy en este comercio se han disparado. "La gente se está llevando de todo, pero especialmente, agua". Los precios, aseguran, se mantienen intactos.
En la ferretería Velasco lo que más están vendiendo, con vistas a la llegada de Irma, son tornillos, tuercas y material para asegurar las ventanas. Admiten que entre sus clientes notan el temor porque "este huracán no es cualquier cosa, es categoría 5".
En las gasolineras
CiberCuba ha visitado este martes las poncheras y ha hablado con los conductores que están siendo previsores y están llenando el tanque de combustible. "El precio está súperalto, pero tengo que pagarlo. Son como treinta centavos más", apunta uno de los entrevistados, que recuerda que en el año 70 llegó a subir a casi cuatro dólares el galón.
Este encuestado cuenta que vivió los desastres de Andrew y teme que el efecto de Irma sobre la Florida sea también devastador. "Se puede llevar casas, techos, cercas, de todo". Asimismo lamenta que los seguros no cubran hoy lo que cubrían antes.
Pero no sólo en la zona de Kendall hay largas filas de automóviles para repostar. También en Sweetwater. "Las colas son kilométricas. Llevo ya más de diez minutos esperando. He pasado por otras gasolineras y están más llenas que ésta", dice una clienta.
A ella lo que más le preocupa es la comida, el agua y la gasolina. Además se muestra preocupada por la posibilidad de que haya indundaciones en la Florida. "Hemos visto lo que pasó con Harvey".
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