El Paparazzi cubano sigue haciendo el bien por las calles de La Habana. Esta vez ha cumplido el sueño de la administradora de su grupo de fans, Linda Iturrey, cuyo hijo, Yosvanys Leyva, quería conocer a su abuelo paterno. El problema es que ellos están en los Estados Unidos y no tenían una dirección exacta y La Habana, ya se sabe, es un mundo. Pero eso no se convirtió en un obstáculo para Alain Rodríguez, que salió a andar la ciudad, llegó a Mariano y lo recorrió palmo a palmo hasta dar con Eudosio Leyva Sánchez.
"¿Tiene alguna identificación, padrino?", pregunta el Paparazzi al abuelo de "setenta y pico de años", nacido el 2 de julio de 1963, que se da media vuelta y se mete en una habitación a buscar su carnet. Al regresar y comprobar los datos, Alain Rodríguez le dice que le trae un dinero que le mandan familiares desde los Estados Unidos. Eudosio rompe a llorar. "Mi hijo, Jorge Luis Leyva está allá".
Eudosio no para de llorar. "Son tantos años". El Paparazzi cubano le explica que Linda Iturrey tuvo un hijo y ese niño es el que le manda el dinero. Eudosio vuelve a sonreír cuando ve una foto del hijo de Yosvany: "Es igualito a él". Y sigue sonriendo con una felicidad emocionada, de hombre poco dado a una alegría como ésta.
Eudosio ha recibido esta sorpresa poco después de sufrir una isquemia. El Paparazzi cubano le entregó los 40 dólares que le mandaba su familia. Ha cumplido así el sueño de un nieto y de un abuelo cubano separados por 90 millas de distancia.
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