Tejas caídas, paredes derruidas y calles llenas de escombros, donde aparecen sepultadas pertenencias de lo más variadas. El paisaje que ha dejado el ciclón Matthew en Baracoa (Guantánamo) obliga a una reconstrucción total.
La única noticia positiva es que siguen sin haber noticias de fallecidos, aunque los daños materiales son tan grandes que impiden rescatar objetos personales.
Con el huracán se han destruido 500 años de historia de la primera ciudad de Cuba. A partir de ahora toca reconstruir la historia que la naturaleza ha derribado.
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