Durante la II Guerra Mundial, parte de la población estadounidense de ascendencia japonesa fue recluida en campos de concentración tras la firma por el presidente Roosevelt de la orden 90-66 por el peligro que creían podrían representar para el país en el contexto de la Guerra del Pacífico.
El Museo Nacional Japonés-Americano de Los Ángeles está llevando a cabo unas jornadas de reflexión sobre estos sucesos y su relación con el actual clima político en el que muchos temen que la administración Trump pueda repetir los errores del pasado.
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