Pese a que los medios no son los más adecuados, el ingenio de los cubanos se hace patente en el modo en el que los llamados cuentapropistas sacan adelante sus negocios en la Isla.
Cada vez son más habituales noticias de cuentapropistas que desarrollan en Cuba negocios hasta ahora poco habituales en la Mayor de las Antillas.
Este es el caso de Pedro y Adrían, dos emprendedores cubanos que utilizan motores desechados por instituciones estatales para fabricar baldosas.
Estos dos cubanos, padre e hijo, llevan cuatro años al frente de esta fábrical artesanal de baldosas que emplea ya a cinco trabajadores. Cada trabajador recibe un salario de 25 CUC a la semana, un salario muy superior al que ganarían en una empresa estatal.
No obstante, como el resto de trabajadores por cuenta propia del país, Pedro se enfrenta con obstáculos que le impiden desarrollar su trabajo con normalidad como la falta de materias primas.
Sin embargo, los datos demuestran que el cuentapropismo va ganando poco a poco terreno en el país. A finales de 2016, Cuba tenia medio millón de trabajadores no estatales.
Expertos aseguran que el cuentapropismo podría ayudar a solucionar los grandes problemas económicos de la Isla.
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