Obispo es una de las calles más atractivas para los turistas que visitan La Habana. El boulevard es, igualmente, punto de encuentro y tránsito de muchos cubanos.
Sin embargo, es también lugar de concurrencia y permanencia de mendigos, algunos con limitaciones físicas importantes que, en muchos casos, les impiden trabajar o ejercer alguna actividad por la que puedan obtener ingresos para su supervivencia.
La opinión sobre la presencia de estas personas en la emblemática y turística calle es diversa entre los cubanos: para algunos es una fea carta de presentación al visitante foráneo pero para otros, es la única solución que tienen estos individuos para ganarse un sustento.
Entrevistados por Palenque Visión algunos argumentan que la mendicidad brinda una mala imagen del país y que acudir a Obispo a pedir es una manera fácil de hacer dinero.
Por el contrario, otros residentes capitalinos afirman que aunque la imagen no es agradable hay gente que no dispone de otro medio para la supervivencia.
Uno de quienes ejercen la mendicidad en la calle afirmó, por su parte, que como él son muchos los que no quieren acudir a lugares de asistencia social del estado porque allí lo que hacen "es robarle las cosas a la gente y estafarles".
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