En la búsqueda de una solución para su estatus irregular, un numeroso grupo de los casi mil cubanos que se encuentran varados en Nuevo Laredo, México, decidieron dormir a la intemperie, como método para presionar a las autoridades.
Los migrantes habrían estado pernoctando en la Casa del Migrante, pero luego decidieran trasladarse al parque para llamar la atención sobre su situación.
Según el padre Giovanni Bizzoto, "ninguno de ellos fue expulsado".
Recientemente, otro grupo de migrantes abrió una especie de fonda-restaurante de comida criolla llamada"El Cubanito."
Con ello buscan obtener algo de ganancias, ya que la salida para su situación parece extenderse indefinidamente.
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