Este martes voló por primera vez un prototipo del nuevo caza ruso MiG-35, en una exhibición aérea en el XIII Salón Internacional de Aviación y del Espacio (MAKS, por sus siglas en ruso), inaugurado en las afueras de Moscú.
Según anunció el jefe de la corporación aeronáutica rusa, el nuevo aparato está en la última fase de los ensayos de vuelo y comenzará a fabricarse en serie "dentro de un par de años".
Aproximadamente treinta países ―incluidos los tradicionales clientes de Rusia en América Latina― han mostrado interés hacia la nueva aereonave.
El avión cuenta con tecnología que lo hace indetectable para los radares y puede portar hasta siete toneladas de diversos tipos de proyectiles.
Según Tarasenko, no es el modelo más avanzado entre los cazas que fabrica Rusia en estos momentos, pero tiene un precio y unos costes de mantenimiento competitivos hasta un 25 por ciento por debajo de sus similares en el mercado.
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