Como parte de su preparación camino a la pelea del próximo 9 de diciembre ante el ucraniano Vasyl Lomachenko en el grandioso Madison Square Garden, de Nueva York, Guillermo Rigondeaux sostuvo un guanteo con un coterráneo suyo, el santiaguero Héctor Olivera.
Todo aconteció el pasado sábado 23 de Septiembre en San Antonio, Texas, cuando un grupo de cubanos fue a apoyar a Yunier Dórticos en su combate contra el ruso Dmitry Kudryashov. “El Chacal”, considerado uno de los mejores libra por libra del boxeo profesional actual, salió de la inactividad y en uno de los pasillos de la instalación tuvo ese sui generis enfrentamiento ante el otrora número 28 de los Bravos de Atlanta.
Olivera, que este año se desempeñó con los Land Sketers, en la Atlantic League, poco pudo hacer ante la velocidad de manos y piernas del invicto caribeño, quien, por demás, guardó bastante su poderosa izquierda para no hacer daño en el inexperto oponente.
De esta manera, Rigondeaux se siente mejor preparado, porque los suyos le están aportando en el adiestramiento y porque tuvo como rival a un hombre que lo supera en alcance y peso, un contexto bastante cercano al que encontrará frente al bicampeón olímpico euroasiático.
“Rigo” enfrentará a Lomachenko fuera de sus 122 libras habituales, lo cual inclina la balanza a favor de su contrario. No obstante, a sus 36 años de edad, el indómito buscará despejar todas las dudas que siempre han existido alrededor de su anatomía, a pesar de su inobjetable calidad.
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