Los residentes del callejón Ciprés, en el municipio de Centro Habana, viven en medio de condiciones insalubres a raíz de los problemas en los conductos de las aguas albañales que, al atrofiarse, hace subir el agua negra hasta la calle y termina formando en las calles un pestilente riachuelo, según denunció 'Cubanet'.
"Este callejón no está en los estatutos de La Habana, aquí no hay agua, los techos se mojan y yo no sé ni quién es el delegado aquí", lamentó un residente.
Los vecinos ante la magnitud del problema han tratado de solucionarlo con sus propias manos, a pesar que se requiere la inversión y atención del Gobierno de Cuba para reparar los brotes albañales en la calle.
La situación, sin embargo, ha empeorado a raíz del huracán Irma, puesto que el número de carros bombas y personal sanitario se determina en función de las zonas que están más afectadas.
Los vecinos también critican la falta de calidad en el trabajo cuando se intenta solucionar de forma rápida el problema. Los remiendos que llevan a cabo en las tuberías los trabajadores de Aguas Negras tan solo resuelve el problema durante un par de semanas; transcurrido ese tiempo la olor vuelve a reinar.
Esta afectación pone de relieve la necesidad de poner en marcha una reparación más profunda del sistema de desagüe y alcantarillado, una demanda que los vecinos del callejón no saben a quién remitir. La realidad es que esta zona no cuenta con presidente del CDR, ni delegado de la circunscripción.
La crisis de higiene, por su parte, se produce en un territorio situado a escasos 100 metros del Hospital Pediátrico de Centro Habana.
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