Durante 24 años en Cuba se ha mantenido un sistema de dualidad monetaria pero el Gobierno planea sus erradicación desde hace varios años y recientemente ha dicho que este proceso no puede esperar más. Un grupo de prestigiosos economistas cubanos entrevistados por la agencia AFP aseguran que el país no está preparado para ello, aunque opinan que es necesario.
El proceso será por etapas y comenzará por las empresas estatales. Esta transición "dejará al peso cubano como la moneda oficial y determinará la eliminación gradual del peso cubano convertible (CUC)", anunció en 2013 Marino Murillo, ex ministro de economía.
"No es tan simple como retirar una moneda, ya que deberá eliminarse también la tasa preferencial de cambio que tienen las empresas estatales. -Temor de alza de precios- La tasa preferencial de 1 peso cubano CUP por 1 USD permite a las estatales -que representan el 85% de la economía del país- abaratar sus costos de compra. Cuando eso acabe, importarán sus insumos ya no a 1 por 1 sino a un tipo de cambio "normal", que será más alto. Los costos se encarecerán y se trasladarán al precio de venta al público", destaca el reporte.
Aunque la doble moneda implica muchas dificultades principalmente para la población, de acuerdo con los especialista "Cuba no tiene las reservas suficientes para subvenciones".
"Los sectores beneficiados deberían estar en condiciones de pagar mayores salarios y los perdedores deberían cerrar o fusionarse", considera el economista cubano Pavel Vidal, de la Universidad Javeriana de Colombia. Es cierto que aumnetar los salarios podría ayudar, pero si se disparan los precios puede generarse sobredemanda en un país que importa más del 80% de lo que consume.
"La dualidad monetaria crea dificultades sobre la medición económica, para saber si el país tiene competitividad. La doble moneda enrarece la visión", explicó a la AFP el economista Omar Everleny Pérez.
"Pensar en ¡déjame comprar todo porque se va a acabar! lleva a una escasez", asegura Everleny, que estima un desequilibrio a corto plazo.
Por lo complejo del proceso, la Unión Europea ha ofrecido su asesoría y su experiencia en su transición al euro.
El país ha ido aplicando algunas medidas como antesala al proceso, tal es el caso de la emisión en 2016 de billetes CUP con valores de 200, 500 y 1000, para hacer facilitar los pagos, pues la denominación mayor era de 100. Sin embargo, esta transición, aunque pueda sonar sencilla, no es tan fácil como sacar una moneda del mercado, ya que eso implica también la eliminación de la tasa preferencial de cambio que tienen las empresas estatales, lo cual puede encarecer los costos y, por tanto, aumentar los precios de venta al público.
En Cuba coexisten dos monedas: el peso cubano (CUP) y desde el año 1994, el peso convertible (CUC), que surgió como solución a la crisis económica luego de la caída del campo socialista, y es equivalente al dólar. El CUC sirvió de recurso financiero al no poder usar el dólar en las transacciones internacionales como consecuencia del embargo económico de Estados Unidos.
Un CUC equivale a entre 24 y 25 CUP. Y actualmente en la mayoría de los establecimientos, incluyendo los supermercados, se puede comprar en ambas monedas.
En 2008 Raúl Castro lanzó un programa de reformas económicas: flexibilizó los negocios privados, comenzó a impulsar la inversión extranjera, a pagar deuda externa. Esto permitió que Cuba creciera un 1,6% en 2017 y 0,5% en 2016. A finales del pasado año, Castro dijo que, en orden de poder abrirse al mundo y estabilizar la economía interna, se debía eliminar el CUC en 2018.
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