Transcurría una fresca noche del 8 de septiembre del año 2010. Fecha muy amada y respetada por los cubanos porque ese día se conmemora el Día de la Caridad del Cobre, la Patrona de nuestro país.
En la iglesia del mismo nombre, ubicada en la calle Manrique en el municipio de Centro Habana, un gran acontecimiento cultural se desarrollaba festejando a la Virgen, y como parte del espectáculo, a templo lleno, hizo acto de presencia una joven esbelta, rubia, bellísima, que dejó emocionado al auditorio con su interpretación del AVE MARÍA de Franz Schubert.
Se trataba de nuestra entrevistada de hoy, Maylú Hernández, quien mantiene su serena y exquisita presencia.
“Me has sorprendido con este pedido tuyo para CiberCuba, espacio que sigue a los cubanos. Somos amigas hace años pero lo tuyo es el deporte, algo que sabes no sigo aunque me gusta la gimnasia y el nado sincronizado.”
Así comenzamos el coloquio esta culta mujer y yo.
“Nací el 13 de Enero de 1980 en La Habana, en el Hospital Materno de Marianao, exactamente a las 12 y media del día; por eso siempre me ha gustado dormir la mañana.
“Mi nombre lo sacaron mis padres de una novelita rosa que les encantaba en la que su protagonista se llamaba May-Lu. Ellos solo tuvieron que quitarle el guión.
“Pertenezco a una familia muy cortica: mis padres (divorciados), mi hermano, su esposa y su hija; y claro, mi precioso tesoro Carolina del Carmen, quien ya casi tiene 6 añitos.
“Todos vivimos en Estados Unidos, pues mi mamá y mi hija y yo llegamos hace poco. Mantengo una bonita relación con un chico chileno mientras con el papá de la niña sostengo una relación de amistad.
“Adoro el concepto de familia, no hay nada que me guste más que mi hogar. Al final del día corro como el caballo a su establo, loca por llegar a mi casa. No ahora que soy una mujer adulta; desde adolescente siempre fue así.
“Extraño cada día a mis abuelos que me mimaron hasta el límite. Murieron hace ya 12 años y aún no pasa semana que no sueñe con mi abuela, como si estuvieran siempre cuidándome o protegiéndome.
“Imagínate que ella, a escondidas de mami, me llevaba un pomo de leche a la cama todas las mañanas. Me mimó hasta mis 24 años que fue cuando ella murió. Mi abuelo la siguió muy pronto.”
Entonces eres de la crianza antigua, la española férrea y a la vez cariñosa y dulce como la mía.
“Adoro la crianza antigua y las costumbres familiares de antes. Soy conservadora. Me gusta (y procuro hacerlo siempre) sentarnos todos a la mesa a la hora de comer y ahí conversar, saber que hicimos durante el día, algún chiste, algún chisme, mirarnos ¡calor de hogar! Algo sagrado.”
¿Eres de las que guarda “tesoros”, te cuesta el cambio?
“Sí, me cuesta el cambio. Soy muy apegada a mis cosas, no me gusta botar nada ni cambiar mi hábitat, mis lugares de siempre. Lo he tenido que hacer por imposiciones de la vida pero lo he sufrido. Nací y viví feliz por 24 años en Alamar y me costó muchísimo mudarme para el centro de la ciudad porque sentía que me quedaba sin pasado. Nunca más me atreví a pasar por mi calle, la Avenida de Los Cocos.
“En el Canal Habana me hicieron un 'Habaneros' y me dijeron que había sido la única persona que había defendido y hablado amorosamente de Alamar. Allí transcurrieron mis más lindos años de infancia y adolescencia.”
¿Cómo es Maylú? Ya sé que eres conservadora, cuidadosa, pero, ¿y en la casa?
“Soy medianamente ordenada porque 'me recuesto' al orden de cuartel de mi mamá, que se ocupa de esa tarea por mí. Realmente a ella me recuesto para todo en la vida porque es mi segundo yo. Y ahora que la menciono, tengo que decir algo sobre ella.
“Mi madre como todas las madres, es especial. Ella es mi mano derecha y la mitad de la izquierda. Es mi conciencia, mi látigo, mi camarera , mi asistente, mi memoria, mi clon, mi razonamiento, mi nana, mi tirana, mi maestra, mi guardaespaldas, mi amiga, mi fan, mi todo . Ella vive para mí y para mi hija.”
¿Eres citadina, de grandes ciudades o te gusta el mar, el campo?
“Como Martí, el arroyo de la sierra me complace más que el mar. No me gusta la playa, ni la arena ni el sol. Me gustan el campo, los guajiros, los árboles y los gatos. No puedo vivir en una casa que no tenga aunque sea un pedacito de patio de tierra ¡o un gato!”
¿Qué te caracteriza como artista?
“Como artista creo que dentro de mis virtudes principales, están el tesón y la dedicación a mi carrera. El elogio que más veces me han dedicado es valiente y atrevida. Siempre fui muy sentimental ¡pero desde que tuve a mi hija, estoy más boba que nunca y lloro por todo!”
Cantar como los ángeles te caracteriza, ¿cómo lo lograste?
“Mi círculo infantil, mi escuela primaria y mi secundaria estaban en Alamar. Mi abuela me llevaba dos veces por semana a Rosalía de Castro a aprender baile español, que a ella le encantaba. Ahí estuve durante 8 años hasta que terminando la Secundaria, me presenté en las audiciones de la entonces Escuela de Variedades, perteneciente a la ENA (Escuela Nacional de Arte), con su directora Juana Zaldívar, y me aceptaron.
“En 1998 terminé los 4 años de la carrera más un Taller de Comediante Musical por 6 meses que completó esa formación inicial de artista (el verdadero aprendizaje de esta profesión es sobre el escenario) . Mira cómo pasa el tiempo, el próximo mes de julio cumpliré 20 años de vida artística, y parece que fue ayer que daba mis primeros pasos guiada por mi abuela.”
¿Te nace cantar o provienes de una familia musical?
“En mi familia nadie es artista profesional pero mi padre, mi abuela paterna y mis tíos abuelos eran, todos, cantadores de tangos y música flamenca. Se reunían a cantar entre ellos mismos y a ver cuál lo hacía mejor. Lástima que quedara en casa, porque por la pasión que ponían en sus interpretaciones y por la calidad de sus voces, hubieran sido artistas muy famosos.”
¿Ellos fueron tu inspiración?
“No. Puedo decir sin temor a equivocarme, que no fueron los tangos ni la familia paterna, quienes me inspiraron a seguir esta carrera. Fue Michael Jackson, mi ídolo de la infancia ¡y de siempre!
“Recuerdo que con 7 años me ponía un abriguito azul y un sombrerito y lo imitaba haciendo su Billy Jean y seguía del pí al pá toda su vida. Su muerte la lloré y la sentí como si se tratara de un hermano adorado. Desde entonces trato de honrar su legado de cualquier forma artística posible y me emociono al ver a cuántos miles más de artistas él inspiró a lo largo de su vida como a mí. Y lo seguirá haciendo!”
¿Entonces te lanzas al mundo artístico por el pop y moviendo los pies a lo Michael Jackson?
“No. Mi primer y gran amor en el arte fue el circo. Admiro muchísimo a los artistas del circo por tenaces, humildes, sacrificados, por poco valorados, por ese sentido de pertenencia que tienen, más grande que en cualquier otra rama del arte. Me conmueven.
“Yo intenté ser maga cuando estaba en la Primaria. Fueron haciendo captaciones a la escuela y pusieron un Círculo de Interés. Mi abuelo fue a chapear un área para situar la carpa y aprendí a hacer unos trucos que presentaba algunas veces en el Matutino y en otras actividades. Era meter un bombillo en una bolsa y abracadabra, sacarlo al instante con un pañuelo dentro y luego meterlo de nuevo en la bolsa y abracadabra, sacarlo sin el pañuelo.
“La última vez me llevaron a unos edificios de Alamar, lejísimos, a presentarme y vino una ventolera y se me voló el pañuelo y no me salió el truco, desastre total y cuando llegué a mi casa me dijeron: 'Hasta hoy llegó tu carrera de maga'”.
Y de la magia al bell canto, ¿salto largo o triple salto?
“Deportista no soy, no. Es que en la Escuela de Variedades nos enseñaban Apreciación Musical, Danza de todos los géneros y muchas asignaturas más pero el Canto era opcional. Yo lo elegí. Así es que recibo mis primeras clases de canto. En el Segundo Año me seleccionaron para presentarme a una audición para un programa infantil de TV que iba a estrenarse.
“Era Fantástico, dirigido por Bebo Ruíz, primero y por Tony Lechuga, después. Me escogieron y durante 3 años en ese elenco, tuve la oportunidad de hacer varios números musicales. Aprendí mucho con Humberto Páez, ya fallecido, y Sandra Pérez.
“Paralelamente, formé parte del Grupo de Modelos de la Cadena Caracol. Ahí aprendí cómo defender la ropa que llevas, moverme en un escenario, a maquillarme y a caminar con tacones altos; todo eso me ayudó mucho después.”
Tú siempre salías al aire en la tele, o cantabas en un teatro como una beldad. A tu carisma se unía una elegancia congénita.
“Siempre he pensado que un artista debe cuidar su imagen y presentarse adecuadamente para cada actuación. Dice el gran diseñador, Abraham García que el público antes de oír cantar en el escenario, lo primero que hace es ver, mirar y en eso tiene mucha razón.
“Mis primeros y mejores vestidos en escena, estuvieron a su cargo. El vestido blanco del Fantasma de la Ópera, el de las Perlas de Chicago con su capa de armiño y el de La Viuda Alegre, una verdadera obra de arte, llevan su firma, entre muchos otros diseños que creó para mí.
“Lo admiro y lo quiero muchísimo porque no puedo olvidar que la primera vez que iba a cantar en serio, él se acercó a mí y me dijo: 'Maylu, yo quiero vestirte, ¡cuenta conmigo!' Y han pasado casi 20 años y aún me visto con su ropa.”
Ya como cantante, ¿cuáles fueron tus primeros pasos?
“Ya mi suerte estaba echada. Decidí escalar un peldaño más y empecé clases de canto con la maestra Gladys Püig con tanta suerte que el Director del Anfiteatro de la Habana Vieja, Alfonso Menéndez, le pide a Gladys una sugerencia para sustituir urgente a una cantante que se le había enfermado en un espectáculo que se estrenaría dentro de un mes.
“A ella le agradezco que me propusiera a mí. Era mi debut, aún no había terminado la escuela y estaba más verde que un aguacate. Ese espectáculo se llamaba 'Lo mejor del Musical español' y se estrenó el 24 de Julio de 1998.
“En el elenco estaba nada más y nada menos que Rosita Fornés, Hilda del Castillo, María Eugenia Barrios y Adolfo Casas, entre otros ¡Y yo! Ese primer trabajo con Alfonso marcaría el inicio de más de 10 años bajo su dirección. He dicho muchas veces que es mi padre artístico.
“De él recibí las enseñanzas más valiosas de mi carrera, desde qué hacer en un escenario hasta mi pasión por el canto lírico y el teatro musical. Con el protagonicé las tres temporadas de El Fantasma de la Ópera, hice la Ana de Glavaris de La Viuda Alegre, el musical Yo mismo te doy la A (versión de Cabaret) y un sin número de espectáculos más.
“Entre besos, abrazos, lágrimas y regaños aprendí de todo y creo que he sido su mejor alumna... ¡Creo! Hasta hoy, no hay día que en mi quehacer artístico, no aplique, haga, o recuerde algo de lo que aprendí con Alfonso Menéndez.
“Imagínate que no lo olvido ni nunca lo olvidaré. Era un bello espectáculo y aprendí mucho. Pero eso no fue todo. Ya en la etapa final de mis estudios en Variedades, otro día venturoso, la gran Cristy Domínguez, Directora de Ballet de la TV, al final de una actuación, me dijo: 'cuando termines la escuela, me vas a ver al Ballet para que vayas para allá' y ése fue mi centro de trabajo durante los siguientes 11 años.”
Tremenda maestra te buscaste. Exigente, disciplinada pero humana y justa como pocas.
“En Cristy encontré no solo a la persona en quien confiar con los ojos cerrados y la estabilidad de trabajo; también encontré la oportunidad para hacer muchas cosas de las que me interesaban profesionalmente además del baile.
“Viajé mucho y aprendí mucho más con maestros como Pancho, Caruca y Tomás Morales. Forman parte inseparable de mi vida. Una de las experiencias más enriquecedora e inolvidable de mi carrera, la viví durante mi permanencia en el Ballet de la TV y fue en el Circo Tihany (¡el circo y yo!).
“Resulta que escogieron a un grupo de bailarinas que se iban a integrar en el cuerpo de baile internacional de este gran circo que en su momento estaba dentro de los 10 más importantes del mundo. Con él realizamos giras por toda Centroamérica durante año y medio. Era gigante su carpa, toda climatizada, un elenco internacional y una producción de alta tecnología dentro de los cánones del circo clásico.
“Entre otros trucos del Mago Massone a mí me cortaban la cabeza y luego me la pegaban otra vez. Además de disfrutar cada uno de los días que estuve en el Tihany, pude forjar en mi individualidad como artista para siempre, una disciplina y un rigor de trabajo a los cuales, los cubanos por nuestra naturaleza, no estamos muy acostumbrados.“
Confieso que, a pesar de conocernos hace años, no sabía mucho de esta vida inicial de Maylu, y de esos maestros que nunca olvidas.
“Siempre se aprende de un maestro. A veces no le das la razón de inicio pero cuando pasa el tiempo y la vida te lo demuestra, dices: 'el maestro tenía razón'. Aproveché al máximo cuando tuve la oportunidad de trabajar junto a grandes del teatro como fueron los casos del Huberto Llamas y del maestro Nelson Dorr. Ambos ocupan un lugar especial en mi memoria y en mi corazón.”
Circo, danza, teatro, canto, ¿qué es lo que más te gusta hacer?
“A mí me apasiona el canto lírico y el teatro musical. Son los dos géneros donde me derrito, incursiono hasta los límites, me atrevo hasta hacer casi lo imposible y doy mi mayor entrega.
“Recibí clases de canto de las maestras María Eugenia Barrios y Martha Cardona. Tengo tesitura de soprano ligera y tuve la suerte de que en 2009, el Teatro LÍrico Nacional me llamara para hacer la Lotta, el protagónico femenino de la Opereta 'La Corte de Faraón' con un elenco de lujo y bajo la dirección orquestal del maestro Eduardo Díaz en el Teatro García Lorca.
“Fue una gran experiencia para mí: primera vez cantando en el Gran Teatro, primera vez con el acompañamiento de una sinfónica y primera vez con el Teatro Lírico de Cuba, ¿sencillo verdad? Guardo los mejores recuerdos de esa puesta.
“Otro golpe de suerte fue mi pertenencia al Grupo de Teatro Mefisto bajo la dirección de Tony Díaz, que en paz descanse. La obra más importante que hice con Mefisto fue el musical Chicago en el papel de Roxie Hart por el cual recibí el Premio Caricatos a la mejor Actuación Femenina.
“También protagonicé la Canción de Rachel (sobre la novela homónima de Miguel Barnet) y el papel de la Virgen de la Caridad en la obra Fresa y Chocolate. Todo dentro del género del musical. No puedo dejar de mencionar las enseñanzas de Hedy Villegas, gran actriz y maestra y de Carlos Pérez Peña, Premio Nacional de Teatro.
“No por último, menos importante ni menos querido es la presencia en mi carrera de un gran periodista y amigo, Julio Acanda. Un día llego a mi casa inesperadamente a proponerme un espacio semanal en el Gato Tuerto. Quería que estuviera cada sábado con un corte lírico/popular, un poco del musical y un poco de show.
“En ese santuario del feeling era muy atrevida la idea de que tuvieran cabida otros géneros como no fueran el bolero y la salsa. Pero, ¿sabes qué? Funcionó y estuve durante 6 años todos los sábados invariablemente, haciendo ese show junto al gran tenor y amigo Bernardo Lichilin y el maestro, Julio Cesar Ríos acompañándonos al piano.
“La experiencia fue definitiva en la madurez mía como artista. Durante mi embarazo estuve cantando en el Gato hasta el penúltimo mes y como me gustaba subirme al piano cuando cantaba el Mix de La Bella del Alhambra con aquel panzón, Julio me decía 'No, Maylu, por Dios, ¡no te subas más!'”
O sea, que si mis embarazos crecieron oyendo la “bulla” de los estadios la niña tuya nació cantante, ¿no?
“Creo que mi hija lleva la música en su cuerpo desde que nació. Gracias a Acanda también, me presenté varias veces en el programa de TV que él conduce bajo la dirección de Julio Pulido, ENTRE AMIGOS, haciendo producciones de variedades que tuvieron una increíble aceptación del público.
“A Julio Acanda le tengo que agradecer siempre haber confiado en mí, orientarme, apoyarme y sobre todo contar con su excepcional amistad.”
Volvemos al inicio de esta entrevista cuando recordaba tu soberbia interpretación del AVE MARÍA. ¿Eres católica? Porque se veía que te nacía.
“Yo estoy bautizada y me casé por la iglesia católica. No soy practicante asidua, quisiera poder serlo, pero siempre les rezo y les pido a mis santos, a la Caridad y a mi viejo Lázaro que me ayuden. En ellos siempre me encomiendo y los venero.
“Han existido momentos decisivos en mi vida que los he llamado y me han dado pruebas de que están conmigo y me marcan el camino correcto. La fe del ser humano es inmensa. Me he presentado en muchas Iglesias en Cuba y alrededor del mundo a cantar en su nombre. El Padre Alberto me bautizó a Carolina y siempre me llamaba para las celebraciones de la Virgen de la Caridad en su iglesia.
“Aquella noche del 8 de septiembre del 2011, tú no tienes idea lo que se siente cantar delante de la imagen de la Virgen y dedicarle internamente todas tus esperanzas, ilusiones y miedos. Cuando terminas te encuentras con una avalancha de personas que te llenan de besos y abrazos agradeciéndote tu canto porque pedían lo mismo que pedía yo. ¡Es algo único e inolvidable!”
Quiero tu opinión sobre la llamada música urbana, del reguetón que crece por día, algunas canciones con letras insulsas, groseras.
“En mi quehacer artístico creo que no he hecho concesiones; es decir, he cantado e interpretado los temas y los géneros que verdaderamente me gustan y los que creo, hago dignamente. No me atrevería a hacer reguettón porque no me quedaría bien, no sé hacerlo.
“No subestimo ese tipo de música, algo debe de tener cuando a la juventud tanto le arrebata pero no me gusta la chabacanería y la vulgaridad ni en la música, ni entre amigos, ni en la calle ni en la escuela ni en ningún lugar.
“Lamentablemente, creo que el reguetón forma parte del todo social que nos ha tocado vivir y con ese tipo de música y letras va el tipo de baile grosero que veo hasta entre niños de Primaria y va junto con la poca comunicación entre los jóvenes y su familia y que toda la atención esté en un celular. ¡En fin! No sé a dónde vamos a parar
“Lo que no quiere decir que la música popular no me guste. Todo lo contrario. Por ejemplo Gente de Zona, Buena Fe, los Van Van. Te digo que a Alexander, el de Gente de Zona lo conozco desde niña, es un tipo espectacular, es también de Alamar y estudiamos juntos en la Secundaria. Era tremendo. ¡Me encanta! Y los Van Van, mi orquesta preferida y Pedrito, su violinista, un gran ser humano, lamentablemente fallecido.”
¿Por qué tú siendo tan bella, tan fina, tan maravillosamente dulce no eras llamada con asiduidad a la tele cubana? Con la digna excepción del programa ENTRE AMIGOS y alguna que otra presentación aislada.
“Esa pregunta, querida amiga, yo no la puedo responder porque no lo sé. No sé qué hice o qué no hice para que tal cosa sucediera. En el Ballet de la TV hacíamos bastante TV, luego tuve un pequeño papel en un programa de verano, El Ventilador, con Carlos Otero.
“En Cubavisión, conduje junto a Raúl de la Rosa, un programa dedicado a Broadway, Famosos del Musical (9 ediciones) Gracias a Julio Acanda, hicimos algunas producciones de variedades en Entre Amigos.
“En el Canal Habana, conduje el programa seriado de corte educativo-musical 'A Contraluz' dedicado al Teatro Musical (9 programas) y al año siguiente, al Teatro Lírico (11 programas). Eso es casi todo lo que hice. Sucede que si un director no te ve en su programa, no estás. A veces buscan biotipos más criollos, de estatura más común, no sé, no puedo responderte esa pregunta.”
Resulta inverosímil realmente, pero no es tu caso solo, por ejemplo, Lourdes Torres murió y nunca NUNCA le hicieron un disco.
“Todo tiene su hora mi querida Julita, y tengo que agradecer la oportunidad y espacio que me han dado Niurka Noya y Eduardo Cáceres Manso, Cachito, en el programa TN3 del Canal 41 de Miami. Me invitan casi semanalmente para cantar, producir o coreografiar los maravillosos musicales que hacen a DIARIO en este programa.”
¿Fue esa situación de olvido la que te condujo a Miami?
“Como te dije mi familia es muy corta. Mis padres y mi hermano con su familia. Todos están aquí, incluido el padre de mi hija. Yo quería que estuviéramos todos juntos y que Carolina empezara un futuro nuevo. Mi mamá quería tener de nuevo a sus dos polluelos bajo la saya (ya mi hermano lleva aquí 10 años). Así que tomamos la decisión y punto. Vivimos en Miami en la zona sur, a dos cuadras de mi hermano y su familia.
“Desde que llegué, (de nuevo, la suerte) he tenido mucho trabajo. He participado en los Festivales Ernesto Lecuona por tres años consecutivos bajo la dirección del maestro Pedro Román; he trabajado con la Compañía Martí Producción en tres obras dedicadas a la música española. Próximamente estaré en un gran espectáculo bajo la dirección del maestro Meme Solís. Trabajo en el Canal 41 dos o tres veces por semana en TN3 que conduce Carlos Otero y es dirigido por Eduardo Cáceres Manso (el director de Para Bailar).
“He presentado tres veces el show 'On Broadway' dirigido, coreografiado y protagonizado por mí junto a un elenco grande de cantantes y bailarines (en Alfaros, 2 ocasiones y la última vez, en el Teatro Artime). Fundé mi propia compañía Caro Entertainment, dedicada a organizar eventos y shows y cada dos meses aproximadamente, me presento en concierto en Alfaro´s Lounge con mis shows de varieté. Además cada fin de año, ofrezco un show de Navidad que ya se ha hecho habitual.”
Creo que su actividad actual es la que debió tener en Cuba, donde sinceramente, Maylu no fue considerada como su clase merece. No quiero concluir sin preguntarte sobre Celia, Celina, Rosita, la Barrios, Omara ¿Han sido patrones a seguir, a admirar?
“Hace par de días, encontré en FB una grabación de Celina González y Reutilio, maravillosa. ¡Qué clase de artista, que diáfana su voz, potente, cubana! No tuve la dicha de conocerla personalmente, me hubiera gustado mucho verla actuar.
“Omara es una gloria de Cuba con una trayectoria increíble, imparable y gracias a la vida que nos ha dado tantos momentos para poder disfrutarla. Para mi maestra, María Eugenia Barrios toda mi admiración porque además de ser una gran profesora, tiene en su haber la carrera más grande de Cuba en el canto lírico y de su Tosca, ¡ni hablar! La primera vez que le escuché su Madame Butterfly me quede embobecida por su voz impecable y su magistral interpretación.
“Celia, cubana de los pies a la cabeza con su AZUCA, y de Rosita, bueno ahí llegó y paró. Yo digo que ella está invicta y así se irá de este mundo. Junto a su belleza, a sus dotes artísticas, a su ángel y su carisma que nacieron con ella, hay que añadirle su maestría, su ejemplo, su dignidad, su dulzura, su humildad, su gesto, su palabra para todos por eso la adora Cuba y el mundo enteros! Yo participé en varios homenajes en Cuba bajo la dirección de Alfonso Menéndez, pero donde he tenido la suerte (otra vez, la suerte) de tenerla cerca, de compartir con ella, de cantar juntas, de actuar para ella, incluso, ha sido aquí en Miami. Qué cosa, ¿eh?”
¿A propósito de la Fornés, hubieras podido ser la segunda vedette de Cuba?
“Dicen que una vedette debe saber cantar, bailar y actuar y una de las tres, hacerla bien. Yo me esfuerzo en hacer lo mejor que puedo. Tengo más facilidades para el canto y el baile. Me gustaría ser mejor actriz, me tendría que preparar más, pero lo disfruto igual.
“Hoy en día hay muchas vedettes aunque quizás no se les llame así. El término es muy controvertido pero lo que quiero decir es que se ha ido globalizando el arte y los artistas que salen están preparados para hacer de todo y te encuentras a una soprano que también baila y actúa. Eso se ve mucho en Broadway, que ves una Glenn Close o un Hugh Jackman cantando, actuando y bailando como los primeros.”
¿Hay talento en Cuba Maylu?
“El Teatro Lírico Nacional es una fuente de talentos jóvenes y de grandes figuras del género en Cuba. Me hubiera gustado haber tenido la oportunidad de hacer más cosas con ellos. Estuvimos ensayando La Traviatta para una puesta que luego no se llegó a realizar por problemas con el teatro. ¡Qué lastima! Al maestro Chorens, toda mi admiración y cariño.
“En las provincias hay desarrollo, talentos, buenos profesores en las Escuelas de Arte. Después que tú conoces el talento cubano y luego vives fuera de nuestro país, es que tienes la verdadera magnitud de cuántos artistas buenos hay en Cuba, cuánto se ha perdido por falta de oportunidad o de reconocimiento o de una mano a la cual asirse o de un escenario donde presentarse.
“Cuba es un tesoro de ritmo, de voces, de ancestros Creo que el tema económico (incluido recursos) ha frenado o matado más de un buen proyecto y se deja de luchar y se cansa la gente y se ponen gordas las cantantes.”
¿Eres feliz en la actualidad? ¿Extrañas o te sientes bien?
“Se ha escrito mucho sobre qué es la felicidad. Yo me la imagino como pequeños charquitos de agua fresca donde te bañas y disfrutas. Luego sales de él y sigues por el camino de la vida con sus problemas, sufrimientos, etc.
“En ese momento (en el charquito) todo está bien, perfecto, ni una nubecita en tu firmamento. Pero sucede que de pronto, sin esperarlo se te presenta algo y tu felicidad de entonces se te va al carajo pero ¡esa es la ley de la vida!
“Por eso te digo, que ahora me estoy bañando en un charquito de agua fresca, soy feliz, mi hija, mi madre, el resto de mi familia están estable en sus vidas, yo igual. Por eso ahora en este minuto, soy muy feliz, amiga.
“Me he adaptado a este país, a esta ciudad, a este modo de vida y he encontrado aquí a muchas personas queridas, amigos, que hacía tiempo no sabía de ellos y nos hemos vuelto a encontrar y también nuevas amistades que ya forman parte de mi vida. Esto no quiere decir que al menor chance, voy a Cuba de nuevo. Tengo mucha gente querida también y aquí el maíz es muy dulzón y no me gusta. Me gustan la harina y los tamales de allá.”
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