En un barrio de La Lisa, en La Habana, un grupo de vecinos sobrevive desde hace más de tres meses entre la podredumbre de las aguas albañales que llegan hasta el interior de sus casas, luego de que una de las tuberías del barrio reventara.
Como ya es costumbre en el país, las denuncias de los afectados ante el gobierno y la Dirección Municipal de Higiene y Epidemiología, no han tenido respuesta alguna, y la insalubridad, el mal olor, el dengue y los baños inundados, se van haciendo parte del barrio.
Habitantes de la calle 158 entre 69 y 67, contaron a Cubanet que han acudido a todas las instituciones posibles y ninguna parece tener “solución” al peligroso problema de insalubridad. La queja ha sido tramitada en diversas ocasiones, pero no se resuelve nada.
Avelina Torres, una de las vecinas, está muy preocupada pues tendrá que operarse pronto del corazón y teme infectarse con alguna bacteria durante su período de recuperación, pero ni así ha evitado que la “peloteen” en cada institución que visita en busca de soluciones.
Por otro lado, Carmen Cruz se ha infectado con el virus del dengue en tres ocasiones y su hija en una, desde que tienen una “piscina” intermitente de pudrición en el baño y patio de su casa.
Los vecinos se sienten burlados e irrespetados ante los oídos sordos del gobierno. “¿Cómo es que pueden burlarse así de nosotros? ¿Cómo es que pueden mentirnos tan descaradamente sabiendo el peligro que esto representa?, dijo Lázaro Lugo al diario cubano. “Adalberto Arce, el presidente del Gobierno, sabe todo esto y sin embargo cuando vamos a verlo se nos esconde”, añadió.
Desde hace dos años, los vecinos pagaron a Aguas de La Habana un servicio de alcantarillado de la cuadra, por la frecuencia con la que esta situación se presentaba, y hasta ahora no ha sucedido nada.
En estos momentos, están preparando una carta para enviar directamente al Consejo de Estado, con la esperanza de que alguien tome en serio tal criadero de enfermedades.
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