Un cubano se benefició de la triste lesión de Shohei Ohtani y ese fue José Miguel Fernández. El matancero fue ascendido esta misma tarde al primer equipo de Anaheim y debutará en la noche de hoy en MLB como primera base y 7mo en la alineación.
El infielder de 30 años, ahora reconvertido a utility y capaz de jugar la primera, segunda y tercera base, asesinó la Triple-A en los primeros meses de 2018 con linea ofensiva de .345/.412/.562, 12 dobles, un triple, 10 jonrones y 39 impulsadas con Salt Lake Bees, sucursal de Triple-A de los Angelinos de Anaheim.
Fernández registró menos ponches que bases por bolas y toda esta mejoría le hizo caer en consideración de los planes de la gerencia. Así se convertirá en el tercer cubano que debuta en MLB este 2018, después de Nestor Cortés y Lourdes Gurriel Jr. y en el número 203 desde que arribó el primer cubano a la Gran Carpa.
Anoche, Fernández no fue puesto en la alineación de su equipo en Triple-A y esta tarde se hizo el anuncio de un sacrificado jugador, que firmó en 2016 con los Dodgers por sólo 200.000 dólares cuando todos hablaban de 20 millones.
Resulta que Fernández perdió parte de su valor tras ser agarrado saliendo de Cuba en 2014 y estuvo un tiempo de casi dos años inactivo y su mayor logro es haber vencido todos estos obstáculos.
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