El hombre que este lunes asesinó en Florida a cuatro niños (dos eran sus hijos) antes de suicidarse, había violado recientemente su libertad condicional y aunque el oficial que estaba a su cargo había recomendado que lo encarcelaran durante seis meses, se le había dado un período de prueba supervisado, informó la agencia AP.
Gary Lindsey, de 35 años, fue encarcelado por violar su libertad condicional por un cargo de incendio premeditado una década atrás.
Su agente de libertad condicional consideró que ya no representaba una amenaza para la comunidad, no obstante, sugirió que volviera a prisión seis meses.
Pero cuando la hermana del delincuente pagó 1.000 dólares y aceptó abonar 300 dólares por mes para la restitución, la corte volvió a restablecer su período de prueba supervisado.
Según los registros oficiales, Lindsey estuvo trabajando en un centro de autos en Orlando, donde ganaba 1.300 dólares al mes.
Los hechos comenzaron el pasado domingo por la noche, cuando su novia salió del apartamento donde vivía y denunció a la policía que estaba siendo maltratada. Entonces Lindsey comenzó a disparar a los agentes e hirió de gravedad a uno. Luego se quedó escondido en la casa con los cuatro niños de su novia, de los cuales, los dos menores eran suyos también.
Aún los forenses no han determinado la hora de la muerte de los pequeños.
Durante las casi 24 horas en que el hombre permaneció atrincherado en la casa, los oficiales estuvieron negociando por teléfono con él.
Según el jefe de policía de Orlando, John Mina, en ese tiempo no había ninguna señal de que los niños estuvieran en peligro.
“El protocolo nacional, las mejores prácticas en este tipo de situaciones, especialmente con niños y cualquier tipo de situación de violencia doméstica, es negociar en un intento de llegar a una solución pacífica”, explicó.
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