Según han anunciado en Miami los responsables de su campaña, el demócrata David Richardson -quien quiere ocupar el lugar que dejará Ileana Ros-Lehtinen en el Congreso de EE.UU.- inició ayer lunes una visita a Cuba para "conectar mejor" con los cubanos del sur de Florida.
Actual representante a la Cámara baja en el Congreso de Florida por La Pequeña Habana (Miami), de mayoría cubana, Richardson se reunirá en la Isla con empresarios, organizaciones culturales y miembros de la comunidad LGBTQ.
El político procurará representar al Distrito 27 de Florida en el Congreso federal, escaño que en estos momentos pertenece a la cubanoamericana Ileana Ros-Lehtinen, quien en 1989 se convirtió en la primera latina (y cubanoamericana) elegida en el Congreso, y que en 2017 anunció su retiro de la política.
Partidario del proceso de normalización de relaciones con Cuba que inició Barack Obama en el último tramo de su mandato, Richarson -que además habla español- ha destacado que durante su visita a Cuba espera conocer de "primera mano" los avances de dicha política.
Sobre la apertura de relaciones con la Isla ha recordado que "Medio siglo de aislamiento no logró el progreso para el cubano de a pie", y precisa que por eso apoya "totalmente una posición de compromiso con la sociedad civil cubana".
En la web de su campaña, Richardson enfatiza que Miami y Cuba están vinculados de "manera única". Alude a las "innumerables familias que huyeron del comunismo y comenzaron una nueva vida en Miami", quienes dieron nueva historia, cultura y prosperidad a la comunidad. Sin embargo, recuerda que "no podemos hacer la vista gorda ante las políticas abusivas del gobierno del que huyeron".
Enfatiza que una nueva generación de cubanoamericanos y ciudadanos cubanos pueden "trabajar juntos para detener las violaciones de los derechos humanos y poner fin a la explotación económica en la Isla".
Su propósito es "responsabilizar al gobierno cubano a través del compromiso", y en ese sentido indica cuatro pasos hacia los cuales iría dirigida su política:
1-Normalización con Cuba fomentando un intercambio cultural entre Cuba y EE.UU. Una vieja rivalidad de la Guerra Fría no debería separar a las familias.
2-Continuar levantando las restricciones de viaje para los estadounidenses que deseen visitar la Isla. Un mayor contacto con la gente común de Cuba ayudará a disipar conceptos erróneos dañinos.
3-Disminuir las políticas económicas y de embargo dirigidas a Cuba, con la excepción de aquellas que beneficiarían financieramente a los servicios militares, de inteligencia o de seguridad cubanos.
4-Continuar responsabilizando al gobierno cubano, denunciando los abusos contra los derechos humanos y asegurando que nunca otorguemos al gobierno cubano un pase libre para atacar a su propio pueblo.
Richardson es el primer político abiertamente gay electo en el estado de Florida, y durante su visita a Cuba tiene previsto reunirse con el director de cine Rafael Rosales, gerente de Café Madrigal, establecimiento muy popular entre la comunidad LGBTQ de la Isla.
Con Rosales, Richardson conversará sobre la situación actual de los miembros de dicha comunidad en el ámbito de la sociedad cubana.
Con el fin de percibir de cerca "los desafíos y las nuevas oportunidades que los pequeños empresarios están experimentando en Cuba", la agencia Efe destaca que Richardson también visitará la paladar Atelier.
El próximo 6 de noviembre el estado de Florida renovará sus 27 escaños de la Cámara de Representantes federal, pero previamente los partidos deben escoger a los candidatos oficiales en las primarias a celebrarse en el próximo mes de agosto.
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