El canciller cubano Bruno Rodríguez se convirtió en uno de los protagonistas de los festejos por la Revolución Sandinista en Nicaragua.
El representante del Gobierno leyó los textos que escribieron Raúl Castro y el presidente Miguel Díaz-Canel, publicados en Granma, para el pueblo nicaragüense.
Rodríguez arremetió con dureza contra Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos por sus comunicados críticos por la violación de derechos humanos que se está viviendo en el país centroamericano.
Sin embargo, apenas hizo referencia a los más de 300 muertos que han dejado las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega. En este sentido lamentó las "muertes acaecidas" y las atribuyó a "actos terroristas".
Por el contrario, elogió la labor de Ortega al frente del país y le hizo responsable de la "reducción de la pobreza y la desigualdad social".
Mensaje contra Donald Trump
Además de reiterar el apoyo del gobierno cubano, acusó a Washington de estar detrás de la crispación social que vive la nación, incluso hizo una referencia al presidente Trump.
"Los que atacan a Nicaragua son los que mienten y manipulan la realidad, los que abusan de las tecnologías digitales y redes sociales, los que utilizan el monopolio de la información para amañar elecciones y sostener sistemas corruptos", afirmó.
"Son los que no se atreven a mencionar a Trump por separar a niños emigrantes de sus padres y meterlos en jaulas. Son los que violan derechos humanos, asesinan y encarcelan a líderes sociales, periodistas y candidatos electorales", agregó.
Estas declaraciones se producen a pesar de que en Cuba en los últimos meses han sido detenidos varios periodistas que trabajan para la prensa independiente.
El canciller llegó a territorio nicaragüense el miércoles por la noche a bordo del YV-1129, un lujoso avión de negocios venezolano que habitúa a utilizar.
Las manifestaciones contra el Gobierno comenzaron a mediados de abril y los opositores denuncian el control estatal de los medios de comunicación, presunto fraude electoral, manipulación de la justicia, así como la intención de Ortega de poner en marcha una dictadura familiar con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
(Con imagen de REUTERS/Oswaldo Rivas)
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