Tras un extenso proceso de evaluación, el Consejo Mundial de Artesanías acaba de declarar a Trinidad como “Ciudad Artesanal del Mundo”, reconocimiento que ya ostentan algunas ciudades de países tan distantes como China, India, Irán, Chile y Dinamarca.
En el pasado mes de junio, la ciudad espirituana recibió la visita de una delegación del Consejo Mundial de Artesanías, procedente de once países, entre ellos Chile, Colombia, Guatemala y México, con el fin de evaluar el merecimiento de tal distinción.
Entre los rasgos singulares de la artesanía de Trinidad que fueron valorados se encuentran algunos vinculados con el tejido, el barro y la pintura. El uruguayo Alberto de Betolaza (presidente para América Latina del Consejo Mundial de Artesanías) apuntó que resulta sui generis cómo en la ciudad de Trinidad se mantiene viva la confección de manualidades, entre las que destacan los casos de la familia Santander, dedicada desde hace décadas a la alfarería o el taller-galería de arte de Yudit Vidal Faife.
Los especialistas tuvieron en cuenta el fomento de la innovación local, el turismo creativo así como la creación de nuevas oportunidades de asociación y cooperación entre artesanos. Otro aspecto señalado es la permanencia y enriquecimiento de las labores de aguja y los esfuerzos institucionales por fomentar su práctica.
Cristina González Bécquer, especialista de artes visuales de la Asociación Cubana de Artesanos y Artistas (ACAA), ha explicado que desde el año 2015 se aprobó la candidatura presentada por Cuba y considera un honor que Trinidad se convierta en la primera ciudad del país en alcanzar tal distinción.
En Trinidad, las manualidades son el modo de subsistencia de varias generaciones, quienes, en su mayoría, se han nutrido de los conocimientos adquiridos sucesivamente por varios miembros de una misma familia.
El director del Fondo Cubano de Bienes Culturales en Sancti Spíritus ―quien confirmó la noticia a la prensa cubana― ha señalado que durante la visita los miembros del Consejo Mundial de Artesanías recorrieron también lugares de alto valor histórico y sociocultural en la ciudad, como la casa-hacienda Manaca Iznaga, en el Valle de los Ingenios.
Que Trinidad haya sido declarada "Ciudad Artesanal del Mundo" abre la puerta a la creación de nuevos ámbitos de cooperación y asociación con los artesanos de Iberoamérica.
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