Once niños, de entre 1 y 15 años, fueron rescatados en el estado de Nuevo México (EE.UU.) el pasado viernes, después de que las autoridades investigaran un mensaje anónimo en el que se pedía auxilio.
El pasado 2 de agosto, el sheriff del condado de Taos, Jerry Hogrefe, emitió una orden de búsqueda después de que un detective de Georgia avisara de un mensaje que venía de alguien que se hallaba en un complejo de remolques que usaban como vivienda en medio del desierto de Nuevo México. El mensaje simplemente decía “estamos hambrientos y necesitamos comida y agua”.
Según la oficina del alguacil del condado de Taos, la operación iba dirigida inicialmente a rescatar a un niño secuestrado hace tres años. Sin embargo, al llegar la policía se quedó perpleja porque encontró a 11 niños y 3 mujeres viviendo en condiciones de extrema pobreza. En el lugar no había apenas agua ni comida y todos iban vestidos con harapos.
La operación fue planificada en detalle porque trascendió que los ocupantes probablemente estaban fuertemente armados y que podían ser "islamistas radicales". No obstante, la redada tuvo lugar sin que se produjeran mayores incidentes ni heridos, según indicó la policía. Morten fue acusado de albergar a un fugitivo y Wahhaj de secuestro de menores.
También fueron detenidas las tres mujeres que se cree que son familiares de los niños. Primero fueron puestas en custodia para ser interrogadas y luego liberadas en espera de nuevas investigaciones.
La policía detuvo a dos hombres, Siraj Wahhaj y Lucas Morten, quienes tenían un rifle AR-15, cinco cargadores de 30 cartuchos y cuatro pistolas cargadas.
El pasado año, en Jonesboro (Georgia), Wahhaj (39 años) fue acusado de secuestrar a su hijo pequeño, que finalmente no ha sido encontrado en el complejo.
La madre del niño dijo entonces a la policía que su hijo, que padecía convulsiones y retrasos cognitivos y de desarrollo, fue al parque con su padre en diciembre y nunca regresó.
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