Esta joven cubana tiene 28 años, y sabe de qué se trata cuando le hablan de aborto. Lo vivió personalmente, como muchas otras mujeres.
Cuando sucedió, no estaba preparada para traer un hijo al mundo, pues pretendía seguir estudiando. Su decisión fue interrumpir el embarazo.
Ahora la joven, quien decidió no revelar su identidad, es arquitecta.
Relató que "durante el proceso del aborto no me sentí nada bien por supuesto. Fue una experiencia mala se puede decir".
"Y obviamente, en mi caso, fue algo totalmente novedoso, era muy joven y sentía miedo", confesó.
No obstante, en medio de un panorama donde hay tantos lugares en que el aborto está prohibido, en que obligan a las mujeres a tener hijos no deseados, o a optar por las formas más peligrosas de abortar, esta joven dice sentirse libre en la Isla.
"Yo sí me siento libre, sí me siento en un país donde puedo decidir o no abortar, porque sí tengo la opción, sí tengo la posibilidad de poderlo hacer si quiero hacerlo, si no quiero, si las circunstancias me lo permiten o no".
El debate sobre el aborto es un tema que está afectando a muchas mujeres que viven en países cuyos gobiernos no han dado el paso de legalizar la situación.
Tal es el caso argentino, cuyas mujeres han estado jornadas enteras de protestas en las calles para que se apruebe el aborto legal.
Lamentablemente, hace unas semanas el Senado de ese país suramericano dió un rotundo no al aborto, cuya noticia entristeció no solo a sus nacionales, sino a todo el continente. Así, Argentina se sigue rigiendo por una ley del año 1921 y no camina a la par de los nuevos tiempos.
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