WASHINGTON/PIJIJIAPAN, México, 25 oct (Reuters) - El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podría enviar hasta 1.000 soldados a la frontera con México, dijeron el jueves funcionarios, en momentos en que el mandatario se enfoca el tema de la inmigración ilegal dos semanas antes de las elecciones legislativas en su país.
La amenaza de Trump fue provocada por el avance de una caravana de miles de migrantes centroamericanos que camina por México y se dirige hacia Estados Unidos.
"Estoy enviando a los militares para esta Emergencia Nacional. ¡Serán detenidos!", escribió Trump en Twitter.
Pero los migrantes no parecieron inmutarse, ya que varios miles de ellos seguían avanzando hacia territorio estadounidense y, la noche del jueves, se encontraban a más de 1.610 kilómetros de la frontera, en la ciudad de Pijijiapan, ubicada en el estado sureño de Chiapas.
"Que diga lo que diga Trump, a nosotros no nos va a detener", dijo Denis Omar Contreras, un organizador de la caravana compuesta en su mayoría por ciudadanos hondureños. Como él, muchos dijeron que el temor de regresar a su violento país era más grande que las amenazas del presidente republicano.
"Venimos huyendo de nuestro país. Si regresamos a Honduras lo más probable es que las pandillas nos maten", declaró.
Trump y sus correligionarios republicanos están intentando convertir la caravana y la inmigración en un gran tema antes de las elecciones legislativas del 6 de noviembre, en las que buscan mantener el control de la Cámara de Representantes y del Senado.
Trump, quien ha mantenido una línea dura respecto a la inmigración desde que asumió el cargo el año pasado, está considerando un plan para prohibir la entrada de migrantes en la frontera sur y negarles el asilo, según reportes de prensa.
Los reportes ofrecieron pocos detalles. Un funcionario de la Casa Blanca dijo que se está considerando "una amplia gama de opciones administrativas, legales y legislativas", pero que no se han tomado decisiones.
La posibilidad de una acción ejecutiva para bloquear el acceso a cualquier migrante en la caravana y el posible posicionamiento de más soldados en la frontera de Estados Unidos con México podría energizar a los partidarios de Trump en las urnas. Cualquier prohibición podría enfrentar desafíos legales.
La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, dijo el jueves en una entrevista con Fox News que su departamento pidió ayuda al Pentágono para reforzar sus capacidades, incluyendo "apoyo aéreo (...) elementos de logística, planificación, barreras de vehículos, ingeniería".
La solicitud preliminar del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés) podría requerir el despliegue de entre 800 y 1.000 efectivos en servicio activo, dijeron dos funcionarios estadounidenses que hablaron bajo condición de anonimato.
Las tropas desplegadas en la frontera no estarían involucradas en actividades para garantizar el "cumplimiento de la ley", algo prohibido por una ley federal que data de la década de 1870.
Actualmente hay 2.100 miembros de la Guardia Nacional a lo largo de la frontera, pero la solicitud del DHS podría llevar al primer despliegue a gran escala de fuerzas militares de Estados Unidos para apoyar la misión de protección de la frontera bajo Trump.
"Regresen a su país"
"Para aquellos en la caravana, regresen, no estamos permitiendo que personas ingresen ilegalmente a Estados Unidos. Vuelvan a su país y, si lo desean, soliciten la ciudadanía como millones de personas lo están haciendo", tuiteó Trump el jueves.
"Sentimos que no es humano", dijo Carlos Fernández, un albañil de 39 años, por teléfono desde la frontera de Guatemala y México tras viajar desde el viernes desde San Pedro Sula, en Honduras.
"Si alguien migra a Estados Unidos, es para trabajar, y trabajar no es un delito", agregó.
Más de 1.000 personas llegaron a Guatemala el lunes, parte de una segunda caravana, pero desde entonces se han dividido en grupos más pequeños para avanzar hacia el norte.
La caravana más grande, de unas 5.000 personas, se encuentra en el sur de México y salió de Honduras hace casi dos semanas.
"Desearía que él viera que estamos haciendo esto desde nuestro corazón, con muchas ganas de seguir adelante", dijo José Rodríguez, de 29 años, refiriéndose a los dichos de Trump.
El mandatario estadounidense se comprometió durante la campaña presidencial de 2016 a construir un muro a lo largo de la frontera México-Estados Unidos, pero la financiación de su promesa de campaña ha tardado en materializarse.
En abril, frustrado por la falta de progreso en el muro, Trump ordenó a la Guardia Nacional que ayudara a asegurar la frontera en cuatro estados del suroeste.
(Escrito por Diego Oré; Reporte adicional de Makini Brice, Steve Holland y Yeganeh Torbati en Washington; Editado por Gabriela Donoso, Carlos Serrano y Javier Leira)
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