Miami, 12 nov (EFEUSA).- El equipo de campaña del senador demócrata Bill Nelson interpuso este lunes una demanda contra el secretario de Estado de Florida, Ken Detzner, por no contabilizar los votos enviados vía correo postal y que llegaron a los entes electorales después del día de las elecciones.
"A ningún floridano se le debe negar su voto legítimo debido a demoras en el correo. Estamos demandando para proteger estas boletas", confirmó en Twitter Marc Elías, abogado del equipo de campaña de Nelson y del Comité Nacional Demócrata, quien esta mañana presentó la demanda en una corte federal.
La demanda tiene por objetivo "evitar la privación de derechos de potenciales miles de votantes de Florida que legalmente enviaron sus boletas antes del 6 de noviembre", día en que EE.UU. celebró elecciones intermedias, pero sus cartillas no han sido aceptadas por el supervisor correspondiente, según se lee en el escrito presentado en la corte del distrito norte de Florida, con sede en Pensacola.
Según los demandantes, en este estado casi 3,5 millones de votantes enviaron sus papeletas por correo postal, pero hasta dos días después de las elecciones generales una "asombrosa" cifra de 874.818 de esos votos no han sido tabulados.
La querella supone un nuevo capítulo en el cruce de demandas entabladas en los últimos días por los equipos de campaña tanto de Nelson, quien aspira la reelección, como del candidato republicano a senador y actual gobernador estatal, Rick Scott.
En la carrera electoral hacia el Senado federal, Scott mantiene un estrecho margen de poco más de 12.500 votos (0,15 %) sobre Nelson, lo que obligó al secretario de Estado a ordenar el fin de semana un recuento de votos, un tedioso proceso que los 67 condados deberán finalizar el próximo jueves.
La ley de Florida establece la obligatoriedad de volver a contar todos los votos cuando la diferencia entre dos candidatos es de 0,50 puntos o menos al finalizar el escrutinio, e incluso obliga a contarlos manualmente si es de 0,25 puntos o menos.
La tarde del domingo, Scott, que ha acusado a su oponente de intentar "cometer fraude", interpuso tres demandas a los supervisores electorales de los condados Broward y Palm Beach, en uno de los cuales alega que se han contado votos después de la fecha límite.
Dichas querellas se sumaron a otras que el saliente gobernador estatal entabló la semana pasada contra la supervisora electoral del condado de Broward, Brenda Snipes, y de la que hoy se celebra una primera audiencia, por demoras y mala gestión en el proceso de recuento de votos.
La orden de recuento se motiva también por el margen menor a medio punto porcentual en la ajustada carrera por la gobernación estatal en la que el republicano Ron DeSantis mantiene una ventaja de poco más de 33.500 votos sobre el demócrata Andrew Gillum, quien la noche del martes llegó a reconocer la derrota para luego desdecirse el sábado.
Gillum, actual alcalde de Tallahasse, participó el domingo en un "evento de fe" en una iglesia bautista en Fort Lauderdale en el que insistió en el recuento de todos los votos, y se espera haga la misma invocación en otra aparición prevista esta noche en una iglesia de Boyton Beach.
A la polémica no solo se han sumado manifestantes de ambos partidos, que en estos días se han apostado delante de la oficina de Snipes, sino el propio presidente estadounidense, Donald Trump, quien afirma, sin pruebas, que en Florida se intenta "robar" las elecciones.
"Las elecciones de Florida deben convocarse a favor de Rick Scott y Ron DeSantis, ya que un gran número de nuevas papeletas aparecieron de la nada, y muchas de ellas están perdidas o falsificadas. Un recuento de votos honesto ya no es posible", escribió hoy Trump en su cuenta de Twitter.
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