Hay cuentas que por increíbles dan las mismas ganas de reír que de llorar. Así ocurre cuando los cubanos atendemos a la cantidad de dinero que va a parar fuera de la Isla por no encontrarle un empleo provechoso en el país.
Un estudio de The Havana Consulting Group indica que los cuentapropistas sacaron de Cuba en 2017 alrededor de 2.390 millones de dólares, una cifra equivalente a la que el Gobierno dice necesitar para revitalizar la economía nacional.
En opinión del economista cubano Emilio Morales, director de la citada consultora, algunas causas de la vertiginosa fuga de capital está en la "no existencia de libre empresa, el no reconocimiento de la propiedad privada, la prevalencia del monopolio estatal durante 60 años y la falta de oportunidades para invertir y comercializar bienes".
Si solo analizamos el caso de Panamá, a donde llegaron en 2017 casi 72.000 cubanos, y calculamos que la mayoría debe invertir como mínimo 1.000 dólares en cada viaje, entenderemos que los antillanos dejaron en un año al menos 72 millones de dólares en la nación istmeña.
(Tal como lo confirman datos oficiales, alrededor de una tercera parte de los 300 millones de dólares que anualmente factura Cuba en compras en la Zona Franca corresponde a cubanos que viajan por su cuenta a Panamá).
En palabras del taxista habanero Vladimir, “solo con los 100 millones que dejamos los cubanos en Panamá anualmente podríamos abrir nuevas firmas en la Isla y producir miles de artículos de diferente tipo".
“Es una pena que tengamos que ir al exterior a resolver los problemas que podríamos solucionar nosotros mismos aquí. Elevamos el nivel de vida de extranjeros y el de muchos cubanos continúa disminuyendo. Podemos ser empresarios igual de exitosos dentro que fuera de aquí", explica.
Lidia, artesana de 35 años, entiende los motivos por los que nos están abriendo las puertas fuera de Cuba. "Mientras otros países aprecian los deseos de invertir y de trabajar del cubano, el nuestro permite que exista una colosal fuga de capital, a pesar de que nuestra economía no está en condiciones de despreciar ni un peso".
“Las grandes empresas estatales están llenas de deficiencias, pero el Gobierno sigue enfocado en frenar al sector privado, al que ni siquiera se le permite la importación ni se le facilita una red mayorista. Si solo alguno de los que dirigen la economía pensara en eso, el dinero se quedaría en Cuba, los cubanos invertiríamos en el bienestar de la familia y la casa y todos nos beneficiaríamos".
"Los tanques pensantes cubanos no quieren o no acaban de interiorizar que necesitamos una reforma económica mucho más profunda, que propicie la evolución real de las personas. Todo está diseñado para que no dejemos de pasar trabajo. Es obvio que a Panamá, México o Guyana les interesan nuestros dólares más que a Cuba", añade la cuentapropista, que ha ido ocho veces a Panamá.
Julián, propietario de una cafetería en el Vedado, se pregunta "¿por qué no podríamos los cuentapropistas invertir en Cuba? Al menos retendríamos en el país parte del monto enorme que hoy regalamos a países a los que les pagamos visas, a cuyas compañías aéreas les compramos los pasajes, en cuyos hoteles nos hospedamos y en cuyos taxis nos movemos. En fin, que les estamos financiando el desarrollo en la misma medida en que nosotros nos subdesarrollamos".
“Lastimosamente fuera de Cuba vamos a comprar con dólares, pero aquí no los podemos usar. Además, esos dólares se los compramos a los que entran al país, principalmente de Estados Unidos, y no lo cambian en bancos (otro desvío de capitales del que apenas se habla). Muchas ganancias más que necesarias para la Isla dejan de percibirse por no cambiar políticas comerciales y cambiarias obsoletas", añade.
De acuerdo con lo que se pregunta Liborio en el sitio web Cubadebate: "¿Cuántos millones pierde la economía cubana por la ceguera de los decisores? ¿Por qué nuestras cadenas de tiendas no se ponen las pilas y ofertan productos de calidad a precios competitivos y de paso recaudan buena parte de los millones de dólares que los cubanos gastan en terceros países?"
“Tenemos un Ministerio de la Industria Ligera, un Ministerio de Comercio Interior, un Ministerio de Finanzas y Precios, un Ministerio de Economía y Planificación, etc. ¿Alguien entre tantos ilustres cerebros ha pensado en esas cuestiones? ¿O están esperando que sea Díaz-Canel el que les diga que es mejor para el país hacer las botas en Cuba que exportar el cuero e importar las botas a 20 USD?", agrega el forista.
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