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El malestar de Neidys Ramírez es incalculable. Primero porque recién ha perdido a su hija de nueve años y segundo porque ella considera que no se hizo lo suficiente para salvarla.
El pasado 5 de diciembre la niña fue ingresada en la sala de Oncología del Hospital Pediátrico Octavio de la Concepción de la Pedraja de Holguín, luego de ser diagnosticada con un linfoma Hodgkin en mediastino, a raíz de un chequeo rutinario.
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A pesar de que consiguieron a través de unas amistades ingresar a la pequeña en “la mejor sala que tiene el pediátrico”, las condiciones allí son penosas.
Según posteó Neidys en la red social Facebook, "en esa sala restaurada recientemente y que se dice es la mejor de todo el hospital no hay un termómetro, no hay una cuña para esos angelitos que por su estado de salud no pueden ni siquiera levantarse para ir al baño, no hay bránulas porque en la misma sala, el mismo personal las vende a 2 CUC, no hay una silla de ruedas para llevarlos a ningún lugar porque si vieran la que hay se indignarían, no hay enfermeras, solo una en cada turno para veintitantos niños que hay allí, y cuando el doctor indica un medicamento a las 8 am, esa enfermera tiene que hacer 3 copias escritas a mano para hacer el pedido a la farmacia, y llegan las 5 pm y ese pedido no ha llegado, pero cuando llega esa única enfermera comienza a aplicar el medicamento y son las 7 pm y todavía no ha podido terminar. Y cuando se supone que tu hijo ya va a recibir la segunda dosis indicada desde la mañana pues ni siquiera ha recibido la primera".
El pasado 30 de diciembre la hija de Neidys Ramírez falleció. "Pienso que nací en una Isla donde por años dice ser la gran potencia médica pero dejaron morir a mi niña de 9 años. Pienso en lo que pudiera haber hecho para evitarlo. Pienso en alguien que pudiera dar una respuesta o quien se decide a dar las respuestas que necesito para poder entender. Pienso tanto. Pienso que se debería saber lo que se vive en esa sala de Oncología del Hospital Pediátrico de Holguín. Por esos niños que quedaron allí, en esos padres que tanta fe tiene en esos médicos y en Dios, y pienso en mí. Pienso en mi niña que tanto pedía por la salud de esos niños que allí conoció. Y por ella hablo", escribió la madre.
En una entrevista online para el programa Hola! Ota-Ola, conducido por Alex Otaola, la madre dijo que los médicos no tuvieron el tacto debido para informarle de la muerte de su hija y le dijeron: “Su hija ya no está, ocúpese de sus otros hijos”.
Según Neidys, es normal que los médicos cubanos quieran irse en masa a trabajar fuera de Cuba: “Los infelices se están yendo todos para Venezuela porque no pueden con esto. Obvio que se tienen que ir. Pero para trabajar en una sala de Oncología primero tienes que ser pediatra y luego oncólogo, pero primero hay que ser humano. Esos niños se merecen un equipo mejor”.
En su post de Facebook la madre agregó: "Y así pasan los días allí. Aferrados todos a Dios. Porque al doctor de mi niña se le olvidó indicar una transfusión de sangre, o porque se le olvidó indicar un análisis, o porque simplemente son muchos niños para él solo. Y si por casualidad alguna de las doctoras te decía ... Mamá usted está estresada; y le preguntas: que me recomienda usted; y simplemente se encoge de hombros y te dice ... No sé. O porque te dicen; no mires al lado, solo concéntrate en tu hijo.... yo me pregunto; Donde está la sensibilidad humana de estos doctores, o están trabajando en el lugar equivocado. Mis respetos al doctor René pero por ese respeto me atrevo a decirle que él se merece un equipo mejor, esos niños merecen un equipo mejor. Dios me dé fuerzas para seguir y para poder contar toda la verdad de allí, y créanme lo único que nos queda es aferrarnos a Dios en todo momento por que esos médicos si se les pudieran llamara así son Historia de un Derecho Torcido".
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