El humorista cubano Limay Blanco, que desde hace varios meses está trabajando en Estados Unidos, ha hecho llegar su aportación y su apoyo a varios damnificados por el tornado que arrasó varias zonas de La Habana el pasado domingo.
Integrantes de su equipo en Cuba se personaron en el Reparto Chibás, en Guanabacoa, donde muchas de sus humildes construcciones fueron devastadas. Allí entregaron dinero a los afectados, que han visto cómo de la noche a la mañana sus casas se han convertido en montañas de escombros.
En la expedición se encontraba un médico llamado Erick, que confesó que también había sufrido los embates del poderoso fenómeno meteorológico.
Los ciudadanos de este municipio vieron cómo sus precarias viviendas, construidas de madera y zinc, fueron arrasadas. Uno de los afectados denunció en el vídeo la falta de ayuda por parte de las autoridades cubanas.
"Aquí no ha venido ni un alma para ayudarnos", lamentó mientras señalaba una montaña de casas derruidas.
El martes la ministra de Comercio Interior de Cuba, Betsy Díaz Velázquez, publicó una imagen con los precios de los alimentos que vende el Estado en los kioscos, recientemente, abiertos para los daminificados por el paso del tornado.
La venta de estos productos a los damnificados por el desastre meteorológico fue muy criticada en las redes, donde muchos ciudadanos censuran que no se entregue de forma gratuita.
En Regla, uno de los municipios de La Habana más afectados, el gobierno instaló un kiosco donde los vecinos han tenido que realizar largas filas -por un período de media hora- para acceder a estos “alimentos elaborados”. Muchos se han quejado, además, de que los productos se acaban de manera rápida.
El tornado no solo dejó importante daños materiales en viviendas e infraestructuras públicas, sino que también causó la muerte de al menos cuatro personas y dejó 195 heridos.
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