El ministro de la Construcción, René Mesa Villafaña, informó el martes que ya son 3.780 las viviendas que resultaron dañadas tras el impacto del tornado que arrasó varias zonas de La Habana.
Así lo detalló durante la reunión del Consejo de Ministros, que se celebró el lunes, en la que también explicó que se contabilizaron 372 derrumbes totales y 518 parciales.
Los techos destruidos sobrepasan los 500, mientras que los derrumbes parciales de cubierta suman más de 1.080, según recogió la Agencia Cubana de Noticias.
Hay que recordar que el reporte inicial cifró en 1.238 los hogares afectados, una cifra que aumentó posteriormente y el jueves 31 de enero ya se contabilizaron 2.699 casas dañadas.
El ministro también señaló que se trabaja en adaptar locales sin uso para alojar de forma transitoria a los damnificados que perdieron sus viviendas.
La pérdida de estas edificaciones complica aún más la delicada situación de la vivienda en el territorio cubano, donde existe un déficit de casi un millón de hogares y la mayoría de las casas en pie necesitan reparaciones.
La ministra del Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, también habló que hasta este lunes 4 de febrero 412 personas habían adquirido materiales de construcción en los puntos de ventas habilitados en los barrios.
Precisamente la venta de materiales y alimentos a los afectados por el devastador tornado, que impactó en la capital cubana el pasado 27 de febrero, ha sido uno de los puntos más criticados de la nefasta gestión que ha hecho el gobierno cubano.
Un aspecto llamativo teniendo en cuenta que muchos cuentapropistas de negocios privados salieron espontáneamente a donar alimentos de forma gratuita.
Más de una semana después del paso del tornado, en las barriadas habaneras afectadas continúa la limpieza de escombros, de los que se han recogido más de 200.000 metros cúbicos, para un promedio de 35.000 diarios.
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