La cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, celebrada en Hanoi, capital de Vietnam, concluyó sin ningún acuerdo y sin previsiones que indiquen cómo irán las relaciones bilaterales en el futuro, informó la agencia Reuters.
Este jueves las delegaciones abandonaron el hotel Metropole sin participar en el almuerzo conjunto programado.
Según reveló Trump en una rueda de prensa, la causa fue que “Corea del Norte quería que levantáramos las sanciones por completo, y no podíamos hacerlo”.
El republicano contó que el país asiático había accedido a cerrar la central de Yongbyon, considerada el núcleo histórico de su programa de armamento, y a cambio Estados Unidos debía levantarle todas las sanciones impuestas. Pero Washington exigía el desmantelamiento de otras instalaciones.
“(Yongbyon) es una central muy grande, pero no es suficiente. Queríamos más, incluida esa segunda planta de uranio. Quiero acabar con las sanciones pero tienen que hacer más cosas. A veces tienes que estar listo para levantarte (de la mesa). Decidimos que no era apropiado firmar un acuerdo”, añadió Trump.
Los expertos coinciden en que el origen del fracaso está en la diferente interpretación que cada parte hace del término “desnuclearización”, tema central de la histórica cumbre celebrada en Singapur ocho meses atrás.
A pesar de que las expectativas de esta segunda reunión no se han cumplido, el mandatario norteamericano, en una rueda de prensa junto a su secretario de Estado, Mike Pompeo, describió el encuentro como de “productivo” e “interesante”.
Trump añadió que él y Kim Jong-un se gustan “el uno al otro” y que tienen “una buena relación”.
Acerca de la posibilidad de posibles ensayos nucleares, dijo que el líder asiático le prometió que no haría más pruebas con cohetes ni armas nucleares.
“Confío en él y le tomo la palabra. Espero que esa sea verdad”, señaló.
Por último, el republicano informó que no hubo tampoco acuerdo para una próxima cumbre, y que por el momento no se prevé un recrudecimiento de las sanciones impuestas a la nación asiática. “No quiero hablar de aumentar las sanciones. Son fuertes”, sentenció.
Señala Reuters que el fracaso de la cumbre supone un revés para Trump, un negociador autodidacta que se encuentra bajo presión en su país por sus vínculos con Rusia y el testimonio de Michael Cohen, su exabogado personal, que le acusó de violar la ley mientras estaba en el cargo.
Trump dijo que Cohen "mintió mucho" durante el testimonio que presentó ante el Congreso en Washington el miércoles, aunque dijo la verdad cuando afirmó que "no hubo colusión" con Rusia.
El fin de las conversaciones generó dudas sobre los preparativos del gobierno de Trump para la cumbre y sobre su estilo diplomático, calificado como desenfadado e improvisado por algunos críticos.
Desde su primera cumbre en Singapur en junio, Trump ha enfatizado la buena química con Kim, pero estaba por ver si esa sintonía podía materializarse en progresos sustanciales para eliminar un arsenal nuclear de Corea del Norte que amenaza a Estados Unidos.
El panorama parecía más prometedor cuando los líderes se reunieron el miércoles, vaticinando unas exitosas conversaciones antes de una cena con sus máximos asesores.
La Casa Blanca estaba tan confiada que programó una "ceremonia de firma de un acuerdo conjunto" al final de las conversaciones. Al igual que ocurrió con el almuerzo, la ceremonia nunca llegó a celebrarse.
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