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Cuando la masa lobotomizada tiene miedo implora mesías diabólicos. Porque el miedo necesita más miedo. Y es cuando los profetas del diablo hacen su agosto. La inmigración siempre ha sido un estandarte de ciertos partidos para ganar votos. Y ahí está la masa: el elector. Y ahí está su mesías: Pablo Casado y su PP.
El Partido Popular ha incluido en su Ley de Apoyo a la Maternidad –que pretende poner en marcha si gana las elecciones del 28 de abril en España– una propuesta para que se retrasen los trámites de expulsión de las mujeres inmigrantes sin papeles en el caso de que den a sus hijos en adopción. Lo que plantean los populares es que la demora se prolongue mientras dure el embarazo, de forma que una vez completada la entrega del niño la mujer podrá ser repatriada a su país de origen como cualquier otra persona en situación irregular si es interceptada por las autoridades policiales.
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Quienes hasta ahora pensábamos que era imposible tener un discurso más xenófobo y racista que el discurso de Vox, nos damos cuenta de que estábamos equivocados. Sí, sí. Se puede ser más racista y más xenófobo que Vox. Es justo el Partido Popular que de tanto correr para La Moncloa se queda sin ropa y enseña sus bragas. Y se nos queda sin bragas y desnuda su verdadera alma. Vox es un niño de tetas al lado de Casado y sus acólitos.
La propuesta de los Populares no tiene calificativo alguno por repugnante que sea. Y no lo tiene porque la lengua castellana no dispone de adjetivos para tal despropósito. El desperpento. La total degradación del ser humano y sus mínimos valores. Indignante.
La propuesta de los Populares no tiene calificativo alguno por repugnante que sea. Y no lo tiene porque la lengua castellana no dispone de adjetivos para tal despropósito. El desperpento. La total degradación del ser humano y sus mínimos valores. Indignante.
Casado debería saber que las mujeres no son animales ni máquinas reproductoras. Y que no hay mujeres de primera ni mujeres de segunda. Ni los úteros entienden de pasaportes ni de dónde se viene. Los úteros no saben qué es eso de tener o no tener papeles.
Si yo dijera que Pablo Casado y el Partido Popular son una panda de auténticos hijos de la grandísima..., por soez que pudiera parecer, al instante tendría una denuncia en los Juzgados, pero en España las cosas van de otra manera.
Los listos, los de arriba, los de las puertas giratorias, los que se inventan armas químicas para ir a guerras con el patrimonio de todos; esos tienen luz verde para hacer y deshacer en este Estado de Derecho donde una Fiscalía pasota, ciega y muda contempla desde la barrera. La Fiscalía tendría que actuar de oficio.
Los illuminati, reptilianos y conspiradores varios son aprendices de estos políticos de derechas. Algunos dirán que con esto ya se ha quitado su careta. He leído en redes sociales que le han llamado hasta “nazi”. Este no es ni nazi. Es un hijo de papá malcriado, obsceno y sectario.
Nos quiere llevar Casado a viejos tiempos, a aquellos tiempos de Franco. Se hacía con los hijos de los republicanos cuando a las mujeres que estaban condenadas a muerte las mantenían hasta el parto y luego las fusilaban y a las que tenían condenas de prisión les quitaban los niños y los vendían.
Usted valora muy poco a las mujeres, señor Casado. Y valora nada a la mujer inmigrante. ¿De verdad usted va a creer que las mujeres inmigrantes van a dar sus hijos así porque sí como si fueran bestias? Tenga un ápice de sensibilidad femenina y entenderá que no hablamos de bestias sino de seres entrañables.
Por fortuna, España es más que PP y Vox.
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