Varios puntos de venta de dulces y pan gestionados por cuentapropistas en La Habana han tenido que cerrar al no tener la nueva licencia requerida, según informó un reportaje del noticiero de la televisión cubana.
En diciembre de 2018 entraron en vigor las nuevas regulaciones, que establecían que los panaderos-dulceros necesitaban licencia sanitaria del Ministerio de Salud Pública.
De hecho en la Gaceta se definió al panadero o dulcero como aquel que elaboraba "pan, dulces, otros productos derivados de la harina y bebida no alcohólicas". Para tener licencia de panadería o dulcería se tiene que elaborar o decir dónde se elabora el producto.
"Solicitas las licencias, pero después vienen a verificar si tienes las condiciones necesarias para tener esa licencia de panadero o dulcero. Una de las cosas que nos piden es que tengamos el sitio adecuado para elaborar dulces", aseguró una trabajadora por cuentapropia que tiene su negocio situado en el municipio 10 de octubre.
Ante el cierre temporal en los últimos días de algunos puntos de venta, el director provincial de trabajo de La Habana explicó que si el titular del negocio cuenta con los requerimientos de la nueva licencia no tiene por qué cerrar.
"La mayoría tiene que elaborar para poder expender los alimentos", aseguró. En este sentido el funcionario señaló que las autoridades sanitarias tienen que conocer de dónde procede la materia prima que se vende.
El Gobierno cubano modificó en diciembre de 2018 algunas de las medidas, que fueron dictadas en junio, para el sector privado.
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