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José Ramón López, hijo y único heredero del propietario del Aeropuerto de La Habana y de Cubana de Aviación, ha dicho que iniciará de forma inmediata una demanda contra Gobierno cubano, en cuanto el título III de la ley Helms Burton entre en vigor el próximo 2 de mayo.
En declaraciones al periodista Pedro Sevcec para su programa "A Fondo" (América TeVé), López ha agradecido al presidente Trump y a su equipo haber hecho realidad un deseo tan antiguo, al tiempo que ha celebrado que después de 60 años “se haga justicia”.
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Recuerda que el Gobierno cubano tiene esas propiedades “bajo su dominio y bajo su beneficio”, y que y no quieren reconocer que se tratan de propiedades que pertenecieron a muchos dueños, a personas que las hicieron “legalmente” y que “las mantuvieron durante muchos años”.
López, quien tiene 65 años y reside en Madrid, ha explicado que a partir del 2 de mayo, en cuanto sus abogados tengan lista toda la documentación, iniciará el trámite para presentar la reclamación. Iniciará la demanda por el Aeropuerto de la Habana y luego hará una por Cubana de Aviación.
No obstante, reconoce que la forma de establecer el valor actual de ambas propiedades es difícil, aunque se tratará de unas “cifras bastante voluminosas”.
En el año 1958, el valor del aeropuerto estaba estimado en 24 millones de dólares, pero han pasado muchos años y en cuanto a Cubana de Aviación, sabe que lo que existen hoy en día en Cuba son unas ruinas de aviones soviéticos que no puede ni volar. “Hoy día no se sabe”, señala, y añade que “no ha logrado que nadie le dé una cifra” sobre el valor de ambas propiedades.
En general, afirma que se trata de “un sentimiento indescriptible” el que sintió al conocer ayer la noticia, porque él era un niño cuando tuvo lugar la expropiación y fue testigo de cómo su padre batalló durante años por un reconocimiento de lo que era suyo, algo que no le llegó en vida.
En febrero de 2016, tras el anuncio de la reapertura de los vuelos directos entre Cuba y Estados Unidos, José Ramón López, en una entrevista para Radio Martí pidió que las aerolíneas que volaran entre Cuba y EE.UU. con el restablecimiento de relaciones le reconocieran como titular.
Además del Aeropuerto de Rancho Boyeros y de Cubana de Aviación a José López Vilaboy el Gobierno cubano le confiscó otras propiedades, entre ellas un banco, hoteles y un diario.
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