La cantante estadounidense Beyoncé acaba de estrenar su documental Homecoming en Netflix, que recoge su espectacular show en Coachella en 2018, el cual marcó su vuelta a los escenarios tras dar a luz a sus gemelos Sir y Rumi.
El documental ha sido dirigido por la propia artista y es una visión íntima del concierto y su preparación. Además de que, en varios momentos del filme de dos horas, cuenta las dificultades que atravesó durante su embarazo y los duros sacrificios que tuvo que hacer para recuperar su figura y su resistencia para poder ofrecer el megashow.
Queen B dio regalo doble a sus fans y, además del estreno del documental, también estrenó por sorpresa un disco homónimo con 36 canciones interpretadas en Coachella.
La cantante reveló que durante su segundo embarazo, que llegó de forma inesperada, sufrió de presión arterial alta, conocida como preeclampsia, y que tuvo que hacerse una cesárea de urgencia porque uno de los bebés perdió el latido dos veces.
"Mi cuerpo superó más de lo que pensaba que podría aguantar", dijo la artista que confesó que llegó a pesar casi 100 kilos en el momento de dar a luz.
Aproximadamente cuatro meses antes de Coachella 2018, Beyoncé comenzó a prepararse físicamente haciendo spinning para perder peso y ejercicios para recuperar su elasticidad y resistencia.
"Tuve que reconstruir mi cuerpo de los músculos rotos (...) Al principio tenía muchos espasmos musculares y, por dentro, mi cuerpo no se sentía conectado. Mi mente no estaba ahí, quería estar con mis hijos", confesó.
Además, reveló la estricta dieta a la que se sometió y que asegura que no lo volvería a hacer: "Para llegar a mis metas, me estoy limitando a no comer pan, ni carbohidratos, ni azúcar, ni lácteos, ni carne, ni pescado, ni alcohol... Tengo hambre", dijo en el documental.
La artista llegó incluso al desmayo por el esfuerzo físico y emocional que implicó la preparación para dar un espectáculo en el prestigioso festival, como sus fans esperaban de ella.
"No es como antes que podía ensayar 15 horas seguidas. Tengo hijos. Tengo un esposo. Tengo que cuidar mi cuerpo. Definitivamente me presioné más allá de lo que sabía que podía y aprendí una valiosa lección. Nunca, nunca, me presionaré así de duro".
La presentación de Beyoncé fue tan espectacular que el evento de ese año se reconoce como Beychella y fue la primera vez que la actuación de una mujer afroamericana lideró el festival.
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