En febrero, un local de la Dirección Municipal de Cultura, que llevaba más de un año abandonado, se derrumbó sobre casi la totalidad de una casa en Marianao y desde entonces Jorge Williams Opizo Campolongo vive con su familia en condiciones lamentables.
Los cuartos, el baño, y la cocina-comedor están severamente dañados al punto de no poder habitar en estos espacios, denunció Jorge Williams Opizo al diario oficialista Juventud Rebelde.
En suma, él y su familia perdieron la mayoría de sus pertenencias, menciona sobre todo los electrodomésticos y los muebles.
“Hasta el momento (el presente mes) no se ha ejecutado ninguna reparación. Y la situación actual es como la describo: Continúan sin habitabilidad los cuartos, el baño y la cocina-comedor de mi vivienda, donde reside mi hija menor, que es asmática”, dijo en su carta.
Contó además que su perro murió bajo los escombros, porque el techo de la mayor parte de la vivienda se vino abajo. La familia se encontraba fuera cuando ocurrió la fatalidad, aclaró.
Subrayó que “ningún funcionario se ha referido jamás al tratamiento que se le va a dar al resto de las pérdidas sufridas: camas, colchones, equipos electrodomésticos y demás”.
“No existe hasta la fecha ningún acuerdo, contrato u otro documento firmado por mí con alguna entidad para los arreglos de mi vivienda al que pueda hacer alusión”, agregó.
Varios funcionarios de diferentes departamentos estatales han visitado a Jorge Williams Opizo sin que ningún arreglo se haya realizado aún. Todavía en marzo la casa estaba llena de escombros, cuando el derrumbe sucedió el 14 de febrero.
Debido a la responsabilidad directa del gobierno en la situación de Opizo, en principio acudieron a su casa la vicepresidenta del Gobierno Municipal, la Directora de Cultura de Marianao, el Inversionista de la Dirección Provincial de Cultura y varios funcionarios locales.
Sin embargo, ni siquiera ha recibido los materiales que le prometieron las autoridades. Tampoco después de sus reiteradas visitas a instancias del gobierno en La Habana.
Tras el paso devastador del tornado por La Habana en enero, la crisis de la vivienda en la capital se ha vuelto insostenible. El gobierno ha vendido a los damnificados por el fenómeno atmosférico los materiales a precios que la mayoría no puede pagar.
Otros denuncian que ni siquiera con dinero aparecen los materiales y, por otra parte, la ineficacia del gobierno para medir y solucionar los daños en las viviendas afectadas.
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