Darién, el bebé que nació en la peligrosa selva panameña que le da nombre, cumple un mes de vida este martes y todavía continúa en campamentos sin condiciones para vivir.
El niño nació el 14 de abril cuando sus padres cubanos atravesaban los densos bosques del Darién -donde han muerto cientos de migrantes- con el propósito de llegar a Estados Unidos.
“No hay condiciones. No deja de llover y las casas de campaña se mojan. Aquí no hay condiciones para un bebé y no acaban de sacarnos de aquí”, expresó la mujer en un mensaje al medio citado.
El gobierno de Panamá creó el campamento Peñitas en 2016 para los migrantes que entraban al país por el territorio de la selva de modo ilegal.
Santana agregó que ni siquiera cuentan con suficiente agua potable en el sitio. Dijo que muchos tienen problemas estomacales de manera constante.
“El agua potable no alcanza y los problemas gastrointestinales son algo habitual, brotes diarreicos afectan a esta población”, reveló.
Refirió además que conectarse a internet les resulta muy difícil. “Para conectarnos a la web debemos subir una colina y no siempre tenemos éxito”, precisó la abuela del bebé.
Esta familia espera poder salir pronto de este sitio, donde llevan ya un mes exacto. La madre de Darién, Gladis Pérez, desde que nació su hijo, desea recomenzar su vida en Panamá, pero no ha recibido documentación alguna todavía por parte de las autoridades panameñas.
Este martes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alertó sobre el incremento de niños, niñas y adolescentes que cruzan la región peligrosa del Darién.
"Por la carencia de agua y de servicios de saneamiento e higiene adecuados, los niños y niñas pequeños se encuentran particularmente vulnerables a las enfermedades diarreicas y a la deshidratación que pone en serio riesgo su derecho a la supervivencia y desarrollo", subrayó la organización.
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