Producido por él mismo, luego de un largo periodo de preparación (nueve años sin presentar un disco nuevo) y un tiempo considerable para madurar cada canción, 13 con magia se titula la nueva producción discográfica de William Vivanco, uno de los más singulares trovadores del panorama sonoro cubano.
Mucho tiempo estuvo Vivanco dedicándole tiempo a esta nueva producción, en la cual no falta, como en anteriores álbumes del artista, una mirada a la música tradicional cubana, tal y como se percibe en su muy atractiva versión de La cocainómana, tema clásico del también santiaguero Miguel Matamoros.
Su cercanía a la cultura cubana clásica llegó bien lejos pues incluso tomó como referencia algunos versos de José Martí en La bailarina española, para un tema que parece una suerte de reguetón con música árabe.
Se titula precisamente Bailarina, y es uno de los cortes del disco que pudiera convertirse en un gran éxito si los medios y el público lo acompañan. Cuenta con Reynier Mariño en la guitarra y tendrá un video musical dirigido por Joseph Ross, una garantía de éxito.
Entre las combinaciones más inusuales de 13 con magia se cuenta no solo el reguetón morisco, sino también un danzón postmoderno en el cual interviene Samuel Formell y que se titula Tu danzón; está también Charleston 21, en el cual Vivanco hace dúo con Israel Rojas (Buena Fe) y también está Changüí en París, que combina las sonoridades más tradicionales de la música bailable cubana con un vals a la francesa.
El elemento dominante del disco es el brillante eclecticismo genérico y sonoro, una versatilidad que también alcanza a los colaboradores de Vivanco en este 13 con magia. Están, entre otros, Kelvis Ochoa, Ray Fernández, José Luis Cortés (El Tosco) y David Torrens además de algunos miembros de los grupos Habana Abierta e Interactivo.
Para los admiradores fieles de Vivanco, regresan los melismas y sonidos guturales, la imitación de instrumentos musicales con la voz, y el canto libre y desprejuiciado que siempre acompañó al artista en su paseo por los más diversos géneros, una capacidad que desarrolló en la medida que conoció La Conga de los Hoyos, El Coro Madrigalista o Interactivo.
Entre los trece temas del disco, además de los mencionados Bailarina, La cocainómana, Charleston 21 y Tu danzón se encuentran La flor de mi jardín, Carabela, Ríos que no vuelven (una hermosa balada), Mosambisamba de verano, Samba de los cotuntos, Fábula mariposa, Palo haitiano y Cuando vuelvo.
Aunque Vivanco y la televisión cubana no hayan tenido una relación demasiado cordial, es casi seguro que este disco disfrutará del éxito, con la televisión, sin la televisión y a pesar de la televisión.
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