La venta de los uniformes escolares del próximo curso ha sido pospuesta, informaron este martes directivos del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN).
Según declararon los funcionarios al programa televisivo Mesa Redonda, se están haciendo ajustes con la industria y la distribución del producto que impiden su comercialización en el tiempo previsto (mayo).
No se precisó una fecha para comenzar la venta, aunque se informó que las escuelas ya están entregando los bonos de compra.
Como si fuera poca la angustia que cada verano pasan los padres cubanos con los uniformes de sus hijos, porque lo mismo no hay tallas que no hay boletas para todos los grados, este año ni siquiera se garantiza que la venta comience en el tiempo planificado.
Una de las principales quejas es con la falta de medidas pequeñas, que como nunca alcanzan, se destinan a niños de preescolar.
Es entonces que madres y abuelas se ven obligadas a comprar uniformes grandes y adaptarlos.
En 2018, por esta fecha, la Agencia de Cubana de Noticias entrevistó a María del Carmen Viltres, directora de una UBE de Ciego de Ávila donde se confeccionan dichas prendas de vestir, y aclaró que ellos no son responsables de las protestas relacionadas con el déficit de tallas, pues trabajan de acuerdo con la demanda que envía la empresa de Comercio.
Por otra parte Reinaldo Frómeta, subdirector de Comercio en la provincia, dijo que el encargo de los tamaños de los uniformes se hace junto con el Ministerio de Educación.
Como nadie responde por las carencias, cada año una cantidad importante de padres tiene que resolver (y ello incluye el mercado negro) los uniformes de sus hijos.
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