El curso escolar 2022-2023 inició este lunes en Cuba con un notable déficit de uniformes y materiales de estudio, según reconocieron autoridades del gobierno.
Este 28 de noviembre volvieron a clases 1,700,000 estudiantes, en 10,931 instituciones educacionales en el país, sin embargo, muchos de ellos retornaron a sus escuelas sin tener todas las necesidades básicas cubiertas.
Cada estudiante de los grados iniciales va a tener dos prendas superiores y una inferior. En las restantes enseñanzas, solo habrá un uniforme para secundaria, preuniversitario, pedagógico y los politécnicos, dijo recientemente la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez Cobiella, en el programa televisivo Mesa Redonda, donde comparecieron también directivos del MINED, el Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) y el Grupo Empresarial de la Industria Ligera (GEMPIL).
La semana pasada, la ministra informó a través de su cuenta de Twitter que la venta de uniformes para preescolar, quinto y séptimo grados ya había comenzado en 148 municipios del país, mientras que en el resto iniciaría entre el miércoles y jueves pasado. Sin embargo, los uniformes para el resto de los niveles educativos se encuentran aún en producción, que debe concluir en la primera quincena de diciembre, según su anuncio.
En la Mesa Redonda, la presidenta de GEMPIL, Mirla Díaz Fonseca, señaló a los apagones como la causa que impidió a la industria estatal "lograr los ritmos de trabajo para que se tuvieran listos los uniformes".
Aunque el curso ya arrancó, no han podido asegurar las prendas necesarias. "Hemos podido asegurar las prendas que ya tenemos listas gracias a un donativo de China", admitió.
A pesar de que inicialmente había una demanda de 2,153,310 prendas, debieron reducirla a 1,274,000, de las cuales el 100% de las correspondientes a primaria están entregadas, según aseguró la funcionaria. Alegó que debió hacerse un ajuste con el MINED para "priorizar los uniformes de los cursos preescolar y quinto grado", y que cada estudiante de los grados iniciales tenga solo dos prendas superiores y una inferior.
Para la enseñanza preuniversitaria la entrega de los uniformes está prevista para el 8 de diciembre; el pedagógico, para el 10; y el politécnico para el 16 de diciembre. El resto de los uniformes se entregaría en febrero, explicó Díaz Fonseca.
La base material de estudio también se entregó incompleta este curso, de acuerdo con la información de las autoridades del MINED.
La ministra dijo que siempre se entregaba una libreta por asignatura, sin embargo, para el presente curso solo se proporcionaría el 50 o 60% de la norma y “se complementará en relación de la producción que proporcione la industria”.
En lugar de los dos lápices que se repartían mensualmente, solo se dará uno a cada estudiante, aclaró.
“Los estudiantes continuarán utilizando los libros de texto que existen en las instituciones y en este sentido hemos indicado la necesidad de recuperar los existentes y la redistribución, teniendo en cuenta el comportamiento de las matrículas”, refirió Velázquez Cobiella.
De acuerdo con la funcionaria, ante la carencia de libros de texto, se optó por ofrecerlos en formato digital para que los estudiantes con computadoras opten por este medio “con el objetivo de beneficiar a los que no cuentan con los recursos necesarios”.
Ante la preocupación de los padres por los cuadernos de trabajo de la Educación Primaria, la ministra dijo que, aunque estos se han priorizado, "no todos se han concluido y distribuido".
Aseguró que estaban garantizados los de Matemáticas y Escritura para primero y segundo grados; Inglés, desde tercer grado hasta preuniversitario; y los cuadernos de trabajo de relaciones especiales, nociones elementales de matemática y preescritura, todos para preescolar.
En varios territorios del país se manifestó la preocupación respecto a que los uniformes escolares no estaban completos para empezar el curso.
A pocos días del nuevo período lectivo, en Cienfuegos solo estaban completos los uniformes para varones de la enseñanza primaria. Para las niñas, solo había en existencia 893 sayas para ese nivel, una cifra ínfima en relación con el número exigido, por lo cual la venta de esta prenda “sería más adelante”.
En los últimos años, previo al inicio de cada curso escolar, los padres cubanos experimentan la misma insatisfacción en torno a la disponibilidad de los materiales de estudio para sus hijos y de los uniformes escolares; en este último caso, debido a la no existencia de todas las tallas, piezas incompletas y el retraso en las ventas.
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