Cienfuegos no cuenta con suficientes uniformes para que sus estudiantes inicien el ciclo escolar 2022-2023, que deberá arrancar el próximo 28 de noviembre.
A pocos días del nuevo período lectivo, solo están completos los uniformes para varones de la enseñanza primaria.
Según trascendió en una reunión efectuada por Ena Elsa Velázquez Cobiella, ministra de Educación de Cuba, para chequear el inicio del curso en Cienfuegos, solo hay en existencia 893 sayas para ese nivel, una cifra ínfima en relación con el número exigido, por lo cual la venta de esta prenda para las niñas “será más adelante”, precisó el diario oficialista Granma.
De acuerdo con la nota, los alumnos de preescolar y quinto grado recibirán dos prendas superiores y una inferior, mientras que el resto de los grados de primaria obtendrá solo un solo uniforme completo.
En la enseñanza secundaria el panorama es peor: “Hasta el momento falta la totalidad de las blusas y camisas de séptimo grado, y solo poseen el 66 % de sayas y el 71 % de los pantalones”, reveló el texto.
Ante semejante carencia, Velázquez Cobiella pidió “revisar con los responsables de los talleres de Villa Clara y Sancti Spíritus”, donde confeccionan los uniformes para el territorio sureño y evaluar los inventarios de estas prendas por si existe algún sobrante de años anteriores.
Aunque los funcionarios aseguran que antes de terminar el año deben “saldar las deudas” porque Cuba importó la materia prima necesaria para la confección de uniformes, los padres continúan enfrentando el mismo problema que les ha aquejado en años anteriores por la incapacidad del gobierno de solucionar la demanda de prendas escolares.
La insatisfacción se repite en cada curso escolar. En períodos previos, las autoridades achacaron la inexistencia de uniformes a la falta de materia prima, que al parecer, según Granma, no es la causa del déficit actual en Cienfuegos.
A inicios de este año, de cara al curso escolar 2021-2022, el gobierno cubano reconoció la imposibilidad de garantizar los uniformes a los estudiantes por falta de materia prima.
Mirla Caridad Díaz Fonseca, presidenta del Grupo Empresarial de la Industria Ligera (Gempil), entidad estatal encargada de la confección y distribución de las prendas escolares, explicó en marzo que de los casi cuatro millones que debían recibir los alumnos, solo se habían entregado 2,7 millones de uniformes.
Según trascendió en esa ocasión, la venta de la indumentaria solo se destinaría a los grados iniciales debido a problemas con las materias primas que llevaron al retraso en el cumplimiento del plan de confecciones.
Según admitió el gobierno, a pesar de destinar más de cinco millones de dólares a la compra de las telas e insumos para la confección de uniformes, no sería posible satisfacer la demanda de todos los estudiantes porque muchos habían crecido. La situación parece repetirse este curso.
Muchos estudiantes asistirán a clases con uniformes incompletos o con otro tipo de ropa porque la exigida por las instituciones educativas aún no les llega.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: