La cubana Onelia Alonso, de 61 años, está deseperada en la frontera de Colombia porque no tiene pasaporte ni ningún otro documento que le permita establecerse en un país como refugiada.
Anteriormente estuvo en Trinidad y Tobago, donde esperó que la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) le ofreciera la posibilidad de un tercer país para rehacer su vida.
Su espera no tuvo resultados y con un salvoconducto inició la travesía por la selva del Darién. Dos meses después la llevaron a la frontera de Colombia.
Su pasaporte quedó en Trinidad y Tobago y ahora pide ayuda a la comunidad internacional porque se encuentra en un limbo sin saber qué será de ella..
Onelia, quien fuera miembro de la organización opositora Frente Antitotalitario Unido (Fantu) y as Damas de Blanco, no ve a Cuba como una opción.
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