La escuadra varonil cubana de balonmano aterrizó en Perú con la ilusión de regresar a un podio que le resulta esquivo desde que alcanzara el bronce en Río 2007. Sin embargo, visto lo visto parece que la espera deberá extenderse.
Integrado por jugadores que se desempeñan en ligas foráneas, el grupo llegó a ser bautizado como Dream Team por algún entusiasta que lo vio pasear distancias en los Centroamericanos y lucir con sus miembros más jóvenes en el Mundial de Naciones Emergentes. Pero de Barranquilla a Lima hay un enorme tramo, deportivamente hablando.
Los criollos comenzaron su aventura panamericana con un duro revés ante Chile, 38x28. Pero la noticia más inesperada emanó hoy de su enfrentamiento con Estados Unidos, un equipo de poco caché que los venció 26x25.
Así las cosas, la posibilidad que les queda de sobrevivir a la eliminatoria pasa de modo forzoso por un triunfo (para colmo de colmos holgado) ante Argentina, vigente titular del evento continental de 2018 y subcampeona en los Juegos de Toronto 2015. Encima, además de eso necesitarían de una larga combinación de resultados.
Es decir, que su sueño es otro más que se diluye en esta cita amarga para Cuba.
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