El historiador de la ciudad de La Habana, Eusebio Leal Spengler, aseguró en una reciente entrevista con la revista de diseño cubana La Tiza que en la capital de la Isla va surgiendo una “arquitectura desorientada donde la gente busca resolver sus problemas”.
“En distintos lugares vemos cómo va surgiendo un tipo de arquitectura desorientada donde la gente busca resolver sus problemas, pero no hay una palabra que le diga ‘esta es la línea, este es el pequeño espacio de caminar, aquella el área verde, así la fachada’”, declaró Leal.
Spengler calificó este tipo de inventiva, puesta en práctica por los residentes de la capital, como una “arrabalización que ignora lo bello”, solo por la mera necesidad de “tener un techo” donde dormir.
De acuerdo con el historiador de la ciudad, es necesario poner en prácticas soluciones donde exista un diálogo entre “la creatividad” y “la realidad”. Para ello, tomó como ejemplo el tornado que devastara, el pasado 27 de enero, varias barriadas de la capital.
“Cuando yo hablo de la monumentalidad de La Habana nunca me refiero al Centro Histórico, porque siempre he afirmado que tiene muchos centros históricos, como Luyanó, otros espacios de Diez de Octubre, La Lisa (...) En cada uno de ellos se ha manifestado la originalidad y la creatividad de generaciones para construir un diseño orgánicamente previsto desde el día en que nace la ciudad”.
“La ciudad no es un campamento, es algo más; precisamente, el campamento ha quedado atrás, la ciudad es una expresión superior”, agregó.
Dentro de sus anhelos, el historiador de la ciudad hizo mención de convertir “el gran edificio de la fábrica de electricidad” en un centro de arte moderno “donde toda esa antigua tecnología pueda dar una explicación de sí misma y nos introduzca a un mundo donde ya no habite el silencio sino la cultura, la conferencia, el trasiego de las personas de un lugar a otro”.
“Lograr introducir estos códigos en las nuevas generaciones es trascendental, sobre todo ante el avance de una degradación de la ciudad”, precisó.
Lo cierto es que, a pesar de los sueños y aspiraciones de Leal, en la capital de la Isla -como en el resto del país- existe un agudo problema habitacional, ya sea por el mal estado de las viviendas o la escasez de las mismas.
En 2018 se contabilizaban más de 929 mil construcciones en el déficit habitacional de todo el país. El número aumentó de forma desmedida tras el paso del tornado que dejó un saldo total de 8.319 viviendas afectadas, de ellas 1.068 derrumbes totales. De estos daños, hasta el momento y según fuentes oficiales, solo se han recuperado un 80%.
El mandatario cubano Miguel Díaz-Canel ha asegurado, con anterioridad, que el Gobierno tiene como meta dar solución a los problemas de la vivienda, durante los próximos diez años.
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