Cuarenta y ocho días después de que saliera a la luz el caso de los vecinos del barrio Bella Vista, en la ciudad de Nuevitas (Camagüey), quienes llevan 10 años sin servicio eléctrico, dos agentes de la Seguridad del Estado cubano fueron a "visitar" a uno de los entrevistados.
El periodista Ricardo Fernández Izaguirre y un equipo de La Hora de Cuba, los mismos que publicaron el reportaje sobre cómo viven los habitantes de ese lugar, difundieron las grabaciones de cuando los agentes estuvieron en la casa de Yoelis Romero Lamorú.
Sin presentarse o enseñar identificación alguna, el hombre y la mujer le dijeron que "elementos de la contrarrevolución" lo habían entrevistado "para hacer contrarrevolución" y que lo habían "cogido para su cosas".
Lamorú, por su parte, trató de explicar lo mismo que había declarado antes: la falta de electricidad, las enfermedades que presentan los niños en el reparto, el vertedero que aqueja a los vecinos.
No obstante, los agentes se limitan a decir que "la problemática de usted se va a canalizar", pero "vamos a centrarnos ahora en este individuo que estuvo en su casa que no es periodista".
Haciendo caso omiso al problema real de la situación en que viven, se centran en saber quién hizo el reportaje, cómo era el periodista, a qué hora llegó a la casa, cómo los grabó y cómo procedió.
Finalmente los agentes lo mandan a firmar un documento y se van.
En el reportaje realizado anteriormente por La Hora de Cuba, los entrevistados cuentan que hace unos años les pusieron el agua y les prometieron que pondrían la electricidad pero después les informaron que no lo harían porque las viviendas son ilegales y ellos debían abandonar el lugar.
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