Tras más de un año y medio de denuncias, incluso una queja en el diario oficialista Juventud Rebelde, a un vecino de Arroyo Naranjo le llegó la respuesta sobre una tupición de aguas albañales en una cuadra de ese municipio de La Habana.
La jefa del departamento de Atención al cliente de la Empresa Aguas de La Habana, Halina Guerra Castro, respondió a Juan Antonio González Castro que como "el problema se origina en el interior del edificio multifamiliar (...) no es competencia de Aguas de La Habana, sino de la Dirección Municipal de la Vivienda (DMV), hacia donde debían dirigirse", reseña ese medio.
Este ciudadano sufre lo que todo buen cubano conoce como "peloteo": ese ir y venir de un lugar a otro sin que ninguna instancia de respuesta y solución a los problemas.
La situación de dos edificios en la calle Rosales en el Reparto Eléctrico ya había sido denunciado ante la directora del policlínico, quien solo envió a un inspector. Luego fue al Comité Municipal del Partido, donde lo derivaron a Aguas de La Habana en Arroyo Naranjo y ahora lo envían a la Dirección Municipal de la Vivienda (DMV).
El pasado 16 de agosto, Juan Antonio González Castro denunció que los vecinos de los edificios 48 y 49 de la calle Rosales en el Reparto Eléctrico, del municipio capitalino de Arroyo Naranjo, estaban gestionando con las autoridades municipales la solución a una tupición del drenaje albañal que presentan. Y hasta entonces nada lograban.
Según el citado medio, "se formó una laguna al fondo de esos dos edificios, donde proliferaban roedores e insectos. Cuando llovía, las aguas pútridas retrocedían y brotaban por las bañaderas y los vertederos de los apartamentos, además del mal olor preponderante. Y lo más grave es que en el 48, ya las aguas albañales rodeaban el motor que bombea el agua potable".
En esta misma situación hay otros lugares en Cuba, en un contexto en que las autoridades sanitarias han reconocido "niveles de infestación del mosquito Aedes aegypti" en todas las regiones de Cuba.
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