Luego de servir durante años al régimen cubano en trabajos de administración y dirección, Emmanuel Fortuna es un jubilado que ahora vive en condiciones deplorables y sin recibir atenciones de los organismos del Estado, según informa Cubanet.
Desde su vivienda, ubicada en San Gregorio entre 11 y 12 Sur, provincia de Guantánamo; lamenta las transformaciones que han ocurrido en la sociedad cubana y la pérdida de valores que estos cambios han traído.
Fortuna dice que uno de ellos es el respeto que, a su juicio, en la actualidad "se ha pisoteado y no vale nada entre los cubanos". Para él, los hombres honrados desaparecen mientras prevalece la delincuencia.
Asegura que la prostitución es uno de los males que más daño hace a la juventud de Cuba. En ese sentido señala que lo que más le preocupa es encontrar cada vez más menores prostituyéndose públicamente. "Muchachitas de 10 o 12 años buscando dinero de esa forma. ¿Dónde están sus padres o sus madres?", cuestiona.
Fortuna agrega que no existe en la sociedad cubana ni sentimientos, ni moral. "El progreso, el orden, el respeto, ha sido cambiado por el dinero. Quienes viven en este país se entregan al bandolerismo y al robo", lamenta.
En septiembre el régimen de la Isla anunció que eliminaría los subsidios a las viviendas construidas por el Estado, lo cual podría afectar a personas que se encuentren en la situación de Fortuna.
Recientemente se supo que por motivos semejantes varias familias ocuparon sin autorización un edificio en el municipio Centro Habana negándose a abandonarlo ante la presencia policial en el lugar.
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