A la Dama de Blanco Eralidis Frómeta, miembro de la organizacion DELIBERA, las autoridades le prohibieron viajar a Nicaragua. Aunque pagase un boleto que le costó 549 dólares, esto no impidió que, al prensentarse ante los oficiales de migración en Cuba, le comunicaran que tenía una limitación de salida del país. Sin embargo, ella reclamó el pasado sábado 9 de noviembre que se le devolviera un dinero obtenido por medio de su familia.
Advirtió que estaba dispuesta a enfrentar todas las consecuencias y que, si algo llegaba a ocurrirle, sería responsabilidad del gobierno porque el reclamo lo haría en la Plaza de la Revolución y en la Asamblea Nacional si fuera preciso. Frómeta pudo hablar con una agente de inmigración y extranjería a quien le comentó sus inquietudes.
Quiso saber si había un lugar concreto adonde acudir a informarse sobre una prohibición de salida al extranjero impuesta a determinada persona. La oficial le respondió que era un riesgo que debía correr porque ese lugar en específico no existía. En cambio, sugirió que avisaran a las autoridades cada vez que fueran a viajar.
La activista preguntó por qué debía pedir permiso para salir del país, siendo este un derecho elemental como ciudadana. A lo cual le contestaron que avisando con antelación se ahorraría muchos contratiempos: el trámite, perder el vuelo o luego el reintegro del dinero invertido en el pasaje.
En conversación con el gerente cubano de la aerolínea “Aruba”, este le sugirió que volviera a las oficinas cuando la liberaran de la prohibición. Frómeta, acompañada de los activistas Andy Rivera y Lázaro Yuri Valle Roca, explicó que, como el vuelo no se perdió por responsabilidad suya no tendría por qué pagar una penalidad y debían al menos devolverle dinero. Pero el administrador repuso que no se hacía ninguna devolución.
Al responsabilizar a la compañía y el régimen de lo sucedido, calificándolo de robo, el gerente contestó que en la oficina no iban a acusar a nadie de ladrón ni a hablar mal del “gobierno”. A pesar de desempeñarse como representante de una compañía, el gerente dijo que sus opiniones eran las mismas del “gobierno”.
Usted no viajó por un motivo que es ajeno a la aerolínea, le dijo a Frómeta. El único modo de solucionar el problema era que regresara con 250 CUC para cambiarle la fecha de viaje, según el funcionario. Su situación no la podemos resolver, aseguró.
Una cámara furtiva después capta imágenes de oficiales de la Seguridad del Estado vestidos de civil que vigilan a los activistas. Luego varias patrullas policiales se parquean en la entrada de la Terminal 2 del aeropuerto internacional de La Habana, y cargan en volandas a Frómeta hasta introducirla en uno de los vehículos. Fueron llevados hasta la estación de Santiago de las Vegas y liberados el domingo en la noche.
Relatores especiales de Naciones Unidas elaboraron un informe que señalaba a la referida aerolínea “Aruba”, cuya mayoría de capital es venezolano, como posible cómplice del régimen en algunas expatriaciones forzosas a opositores en la Isla.
A inicios de este mes, se le impidió viajar también a la periodista independiente Camila Acosta, quien debía ir a un evento en Argentina y hacer la cobertura electoral del balotaje en Uruguay. En octubre pasado, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, dijo no tener conocimiento de ninguna de esas personas “reguladas”, es decir, que se les prohibiera viajar a otros países, lo cual encendió debates al respecto.
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