Itzel Valdés Roque sabía desde que su hijo desapareció en el Reparto Flores, en La Habana, que algo no iba bien. Desde el 6 de enero esta madre cubana, los amigos y familia de Andy García Valdés estuvieron buscando al joven de apenas 25 años, quien finalmente fue encontrado asesinado en el piso de un vecino donde residía en el municipio Playa.
Esta madre cubana pide que se haga justicia tras la muerte de su hijo y que el juicio contra el asesino confeso, Orlis Rodríguez, sea público y se le aplique cadena perpetua.
"Por culpa de ese despiadado monstruo no pudimos ver por última vez a mi niño, tuvimos que velarlo solo cinco horas con el féretro cerrado. No pudimos darle ni el último adiós, por los maltratos que sufrió su cuerpo esos dos días en manos de su asesino. Fue algo muy, muy duro, imperdonable", contó a CiberCuba por mensajes de Whatsapp.
Miguel Andino Martínez, quien tuvo que comunicar la triste noticia a la familia y era tío de Andy, dijo a CiberCuba que él reconoció el cuerpo del joven y "es muy duro volver a recordar todo".
Valdés Roque aclara que la causa del asesinato no fue el robo de la moto, como se publicó en un primer momento por varios medios. Esta se mantuvo fuera del garaje todo el primer día que Andy estuvo desaparecido y 24 horas después los vecinos la guardaron en el garaje. Estos la tuvieron que cargar porque la llave estaba en manos del asesino, quien vivía en el segundo piso del mismo edificio donde Andy residía con su novia.
Sheila Loyola Mérida, con quien el joven llevaba más de un año y medio viviendo juntos, se comunicó con Itzel tres horas después de la desaparición de Andy, cerca de la medianoche. Entonces Valdés se trasladó desde San Miguel del Padrón hasta Playa para intentar buscarlo por los alrededores del edificio e incluso hasta la costa.
Sheila puso una denuncia por persona desaparecida en la Unidad 08 de Siboney, pero las autoridades les dijeron que los ciudadanos suelen aparecer al siguiente día y que de momento solo podían llamar a los hospitales. "La policía en estos casos no hace nada hasta pasadas las 24 horas desaparecido", apunta la madre de Andy.
El joven se había dejado su cartera en el apartamento y solo había bajado para guardar la moto, pero no pudo porque el dueño del garaje estaba fuera. Nunca volvió a subir hasta su casa y fue encontrado dos días después, el 8 de enero, metido en un tanque que iba a ser trasladado por conocidos del asesino.
"Ese monstruo asesinó a mi hijo de una manera brutal, lo tenía más que premeditado, según me dijeron lo hizo con unas tijeras, luego subió en algún momento y robó cosas (dinero, par de tenis nuevo, uno de los tres desodorantes que estaban en el baño y una navaja roja) que quizás no se echaran a ver de su apto. y sin dudas habría asesinado también a cualquiera que se cruzara en su camino", cuenta.
Para Itzel Valdés esas 48 horas en que su hijo estuvo "muerto, sin vida en el apto del 2do piso (...) fueron infinitas".
Esta madre cubana recuerda que el asesino "se paró frente a nosotros y la policía como si nada hubiera pasado. Esa misma noche del lunes 6 de enero bajó a la casa de una vecina y se sentó muy tranquilo a ver la televisión".
Tanto ella como los familiares de Andy se enteraron del operativo policial para capturar al asesino en la estación de policía, dos días después de la desaparición.
Las autoridades sospecharon cuando vieron llegar al edificio un camión de comunales. El asesino trabajaba en la Campaña contra el Aedes Aegypti, pese a haber cumplido dos condenas: "por robo con violencia y la otra fue por agresión y robo a otro vecino del edificio", agrega.
Orlis Rodríguez "confesó al momento, que lo asesinó "porque no le caía bien", porque no le caía bien", repite desconsolada Valdés.
Además de su detención, la policía se llevó a otras cuatro personas: "su padre, con quién vive, dos eran del camión de comunales y un vecino de cerca de ese edificio al que le pidió ayuda para bajar el tanque. El padre ya está de regreso en su casa, así que parece que comprobaron que de alguna extraña manera no estaba implicado y los otros parece que estaban en el momento y lugar equivocados, y engañados por ese monstruo", detalla.
La investigación policial sigue en curso.
Esta madre cubana no se explica este doloroso hecho y decidió hacer la declaración pública para que "denuncien cualquier cosa extraña que vean sin miedo, no importa que sea un conocido, un vecino... evitemos que más familias sufran la pérdida de un ser amado, un ser inocente, un ángel".
Según especificó a CiberCuba, este caso fue muy difícil para la policía porque su hijo Andy no era una persona problemática.
"En este caso tenían que buscar a un ángel" –asegura esta madre– "Andy siempre avisaba de cualquier movimiento que fuera a hacer, amaba con todo su ser a su novia Sheila, (...) siempre estaban juntos, no iba a fiestas, no fumaba, no tomaba, no tenía vicios ocultos, no tenía enemigos, no tenía deudas, ni cuentas pendientes, ni negocios turbios, era extremadamente querido por todas las personas que tuvieron la suerte de conocerlo en sus 25 años".
La familia paterna de Andy reside en Estados Unidos y su abuela viajó hasta Cuba nada más enterarse por las redes sociales de la desaparición de este joven.
Su padre, Jesus G. Cazorla, quien vive en Los Ángeles agradeció las muestras de consuelo de sus amigos y dijo "siempre te llevaré en mi corazón hijo mío".
Por su parte, el primo de Andy, Tony Cazorla, desde Miami compartió un mensaje de Laura Bustillo, la primera en denunciar su desaparición.
"Ya Andy apareció, por desgracia sin vida. Para no dar lugar a hipótesis aclaro que lo asesinaron, no fue un ajuste de cuentas, no fue una deuda, no fue un problema... él no tenía ningún asunto pendiente. (...) el cuerpo se encontró en la casa de quien lo mató, tres apartamentos más abajo en la misma escalera", señaló Bustillo.
Su madre, Itzel Valdés Roque expresó a CiberCuba que "Andy tenía toda una vida por delante, una vida que ya era hermosa rodeado de personas que lo adoraban, compartiendo cada día con su amada novia Sheila Loyola Mérida, soñando con rubiecitos corriendo por la casa, con ver a su padre Jesús García Cazorla nuevamente... tenía muchos lindos sueños, metas, y todo lo podía haber logrado si ahora estuviera vivo, si esa bestia no le hubiera arrancado la vida".
Puede leer íntegro el testimonio de esta madre en Carta a CiberCuba.
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