En marzo los pobladores de 12 municipios villaclareños no recibirán la acostumbrada asignación mensual de frijoles que se expenden mediante el sistema de la libreta de abastecimiento, según informaron a la emisora CMHW directivos del comercio en la provincia.
“Solo se va a vender frijol por la canasta básica en el municipio de Santa Clara y en algunas comunidades del plan turquino de Remedios, Caibarién y Manicaragua, el resto de los territorios recibirá 10 onzas de chícharos”, explicó Antonio Benítez, director de la Empresa Mayorista de Alimentos en la provincia.
Con esta decisión, más de 600 mil villaclareños dejarán de recibir el alimento, que constituye un componente esencial en la mesa del cubano, pero que en las últimas semanas ha visto aumentar su precio debido a la baja disponibilidad del mismo en la red comercial.
Según el directivo, no solo se ha cancelado la asignación de frijoles en las bodegas de 12 municipios, sino que además fue necesario suspender la venta liberada del grano en los comercios autorizados para ello en el territorio, uno de los principales productores de frijol en Cuba.
“Al no tener frijoles en nuestros almacenes se suspende la venta liberada, y de la misma manera, como los chícharos que teníamos en inventario tuvimos que destinarlos a la canasta básica, tampoco será posible venderlos de manera liberada”, precisó Benítez.
El directivo dijo que hasta el momento no se sabe qué sucederá con la canasta básica de abril, sin embargo, podrían esperarse limitaciones similares debido a las tensiones financieras que atraviesa el país. No obstante, es conocido que se realizan gestiones urgentes en el extranjero a fin de paliar el notable desabastecimiento del grano en la isla.
La falta de liquidez financiera que atraviesa ahora mismo el régimen cubano imposibilitó la entrega del paquete tecnológico habitual, de modo que solamente un 5% de las plantaciones frijoleras fueron debidamente tratadas, y por lo tanto se espera un descenso productivo del 50% respecto a la anterior campaña, según medios oficiales.
A ello habría que sumarle la propagación de una plaga de insectos de la especie invasora trips, que ahora mismo está presente en la totalidad de las provincias de la isla, y que según los expertos puede provocar la pérdida de un 30% de las producciones en las plantaciones que se ven afectadas.
El arroz y los frijoles constituyen los dos componentes básicos de la dieta diaria de los cubanos, sin embargo, las producciones nacionales no logran cubrir la demanda interna y es preciso importar un volumen considerable de ambos alimentos.
Por otro lado, no todas las familias de la isla pueden permitirse pagar 15 o 20 pesos por una libra de frijoles, y mediante la libreta de abastecimiento a cada consumidor se le asignan únicamente 10 onzas del grano, lo cual apenas es suficiente para cocinar un potaje o un congrí.
El gobierno cubano evita por todos los medios afectar los suministros mensuales de la llamada canasta básica, de modo que el hecho de haber suspendido la asignación de frijoles del mes de marzo evidencia la difícil situación financiera que atraviesa el régimen.
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