Los clientes de una pescadería Pescavilla, establecimiento perteneciente a la Empresa Pesquera de Villa Clara donde supuestamente se ofertan productos provenientes de agua salada y dulce, solo pueden optar por comprar un ejemplar de la revista cubana Mar y Pesca, a cinco pesos.
Quienes aspiren a adquirir allí algún pescado, un paquete de picadillo o hasta las socorridas croquetas, tendrán que regresar con su decepción a cuestas.
Así lo mostró en el muro de Facebook del grupo denominado “Noticias de Cuba y el mundo” el usuario Mario Ángel González Cambeiro, quien se quedó con las ganas de comprar pescadilla.
“No sabía que terminaríamos comiendo revistas, jaja, bueno, eso es otro logro de la revolución, nuestro estómago tiene que ser culto”, ironizó.
Los cubanos, a pesar de estar rodeados de agua, no consumen prácticamente pescados ni mariscos. Cuba no posee flota pesquera, y casi todo lo que se obtiene por medio de vías alternativas como la acuicultura, se dedica a la exportación y al turismo.
Recientemente el diario oficialista Guerrillero, de Pinar del Río, publicó un video sobre el procesamiento de langosta en las instalaciones de la Empresa Pesquera Industrial La Coloma.
En él se veía a los trabajadores laborando en la producción del crustáceo, prohibitivo para la gran mayoría de los ciudadanos de la Isla, pues la poca cantidad que se vende se destina a las tiendas en divisas, donde se oferta a más de 60 CUC el kilo.
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