Más de 24.000 turistas continuaban hospedados este fin de semana en hoteles y casas de renta de Varadero, disfrutando de unas vacaciones normales, en medio de una pandemia de coronavirus que ha llevado a numerosos gobiernos a implantar toque de queda e instar a la población a quedarse en sus casas.
Según el diario Juventud Rebelde, más de 20.000 trabajadores del sector participan en la vigilancia epidemiológica en las 52 instalaciones hoteleras del balneario, además de en los restaurantes, tiendas, centros nocturnos, marinas, viviendas de alquiler y en el aeropuerto internacional Juan Gualberto Gómez.
No obstante, Ailuj Casanova Barreto, directora provincial de Salud, reconoció que en el territorio existen un total de 31 casos sospechosos de tener el COVID-19: 16 visitantes extranjeros y 15 nacionales.
Los primeros fueron trasladados a un nuevo centro de aislamiento creado para alojar posibles infectados de coronavirus, una instalación tres estrellas con modalidad todo incluido.
Los cubanos, por su parte, han sido concentrados en el Hospital Militar Mario Muñoz, de la ciudad de Matanzas.
Las medidas preventivas que se están tomando para evitar el contagio por coronavirus, según detalló la funcionaria, se reducen a la desinfección de barras y carpetas, ascensores, baños y botones de equipos de uso común. Además, se ha priorizado el lavado de las manos de todos los empleados, no solo de los que manipulan alimentos.
Mientras que las autoridades sanitarias mundiales abogan por el cese de la circulación de personas como método para frenar la expansión del virus, Cuba, que este miércoles registró la primera víctima mortal, continúa ofreciéndose como un lugar idílico donde los viajeros foráneos pueden encontrar refugio seguro.
La directora general de mercadotecnia del Ministerio de Turismo, Bárbara Cruz, lejos de pedir cautela ante la propagación del coronavirus, presumió de la fortaleza del sistema sanitario de la Isla.
“Cuba tiene un sistema de salud fuerte y trabajadores preparados, no solo los del turismo, también los cuentapropistas. Por tanto, los clientes que decidan por su propia voluntad venir a Cuba, son recibidos”, aseguró el sábado en una rueda de prensa.
El gobierno continúa negando la necesidad de poner en marcha una cuarentena, a pesar de que en las últimas horas el número de casos contagiados se elevó a 10 y hay 388 personas ingresadas para vigilancia epidemiológica.
El pretexto que se pone es que aún no ha habido transmisión del coronavirus. Según Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, hay transmisión cuando existan personas diagnosticadas con el virus -con o sin síntomas- sin que hayan tenido relación con otra que haya entrado al país ya infectada.
Cuando eso suceda, entonces “sí podremos hablar que hay una transmisión de la enfermedad”, dijo.
El régimen ha recibido fuertes críticas por estos días, ya que la Aduana no considera necesario establecer el cierre de las fronteras del país, pese a que el coronavirus ha dejado más de 204.000 casos de contagio y unas 8.700 muertes en todo el mundo.
También generó mucha polémica la buena disposición del gobierno para recibir al crucero británico MS Braemar con cinco casos confirmados del COVID-19, luego de que la embarcación fuera rechazada por varios países de la región, incluidas algunas antiguas colonias del Reino Unido.
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