El gobierno cubano está convocando a la población mediante reuniones de vecinos, para informar de los métodos de prevención del coronavirus, una medida totalmente contraria a lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud, que plantea el aislamiento de las personas en sus casas y la suspensión de la vida laboral y estudiantil.
Desde el pasado 11 de marzo, se desarrollan las llamadas “audiencias sanitarias” en todo el territorio nacional, con el objetivo de incrementar la cultura de prevención contra el COVID-19, informó el periódico Adelante, de Camagüey.
En dichos encuentros, especialistas de salud de los consultorios del Médico de la Familia explican los síntomas del coronavirus, las formas más comunes de infectarse y qué se debe hacer ante sospecha de contagio.
Cuba, donde ya se registró la primera víctima de la enfermedad, es uno de los pocos países que continúa sin decretar ninguna cuarentena social.
Hasta el momento, la única medida tomada por el régimen ha sido la suspensión de actos políticos y actividades culturales y recreativas de carácter masivo.
La ciudadanía continúa su vida normal, haciendo multitudinarias colas para coger la guagua y para comprar alimentos o productos de aseo, tal y como denunció esta semana el youtuber Pedrito el Paketero.
Tampoco se han cerrado escuelas, universidades o círculos infantiles, pues dichas medidas se consideran “innecesarias por el momento”.
En la isla ya existen 16 casos de coronavirus confirmados y más de 300 sospechosos. Lo peor es que su sistema de salud, con hospitales deteriorados y sin medicamentos ni insumos suficientes, no tiene capacidad para hacer frente a un contagio de grandes proporciones.
Contrario a un gran número de países, el gobierno cubano se niega a cerrar sus fronteras y continúa recibiendo turistas. Mientras, cada vez más cubanos demandan en las redes sociales el cierre de los aeropuertos y que se proteja al pueblo de posibles nuevos contagios.
Algunos de ellos son figuras de la cultura cubana, como el cantante David Blanco y los actores Luisa María Jiménez y Ulises Toirac.
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