Las calles de Varadero se muestran hoy desoladas frente a la crisis sanitaria desatada por el coronavirus.
Esto se puede apreciar a través de un vídeo compartido este sábado en Youtube por el activista matancero LGBTI+, Jancel Moreno, quien salió a capturar imágenes de cómo luce actualmente uno de los principales polos turísticos cubanos, después de las medidas adoptadas por el gobierno para intentar frenar el brote de COVID-19, originado en la ciudad china de Wuhan.
“Nunca había visto Varadero así en estas condiciones, es completamente asombroso”, comenta el activista mientras recorre con la cámara las calles vacías y silenciosas por las que apenas transita algún vehículo.
“Por lo menos hasta este minuto no he visto turistas en las calles, me sorprende ver Varadero totalmente desolado”, expresa.
La emblemática playa también se nota desierta, aunque en la zona del hotel Los Delfines se observaban algunos turistas, presuntamente huéspedes de la instalación, tomando un baño.
El activista también se adentra en el Centro Comercial Hicacos, donde sorprendente había bastante papel higiénico y también exhibían carne de res a más de 8 dólares el kilogramo, en paquetes que alcanzan un costo de 40 o 50 dólares.
Desde el martes 24 de marzo, las autoridades cubanas decidieron regular la entrada al país a través de sus fronteras aéreas y marítimas.
Para tal propósito, se decidió no continuar permitiendo el ingreso de visitantes extranjeros a la isla, exceptuando los ciudadanos cubanos en otros países y los extranjeros con residencia. Sin embargo, estos son sometidos, a su llegada, a un aislamiento de 14 días en instalaciones habilitadas para ello.
Los primeros tres casos positivos de coronavirus detectados en Cuba correspondieron a tres turistas italianos. Uno de ellos falleció, convirtiéndose oficialmente en la primera víctima mortal de la pandemia en territorio cubano.
Por otro lado, las autoridades en la isla también decidieron tomar medidas para la circulación de turistas extranjeros por las calles del país.
Las regulaciones en las fronteras y el resto de las medidas se adoptaron después de que varios cubanos, dentro y fuera de la Isla, reclamaran acciones gubernamentales para frenar el brote de la COVID-19, que hasta este sábado ha provocado la muerte de más de 30 000 personas en todo el mundo, y más de 600 000 contagios.
Hasta el 27 de marzo, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de Cuba ha informado de 119 casos positivos, entre ellos, 108 pacientes con una evolución clínica estable, un paciente en estado crítico y dos graves.
Del total de casos, 94 son cubanos y 25 extranjeros. También se reportan 3 fallecimientos a causa de la enfermedad.
El tercer fallecido es un cubano de 52 años, de Villa Clara, que arribó de España el 15 de marzo. Era un paciente con antecedentes de diabetes, hipertensión y otros padecimientos previos.
El paciente en estado crítico es un cubano de 63 años de edad, también con antecedentes de hipertensión arterial, diabetes mellitus y cardiopatía isquémica.
Ante la compleja situación, los cubanos incluso han denunciado la presencia de turistas en las calles cuando estos son divisados circulando por ellas.
Del mismo modo, los policías se están ocupando de controlar a los extranjeros en La Habana Vieja y en otras zonas principalmente de la capital, para impedir que estos se desplacen libremente.
La crisis ha provocado que queden varios turistas varados en el país, quienes denuncian el abandono de sus propias representaciones consulares en La Habana. Muchas aerolíneas han suspendido sus vuelos y un gran número de países también ha tomado medidas drásticas respecto de sus fronteras.
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